La activista ambiental sueca Greta Thunberg ha participado este lunes en una concentración del colectivo ecologista Fridays For Future, celebrada junto al centro de convenciones donde se está desarrollando la cumbre del clima, donde ha advertido de que «el cambio no va a venir de ahí dentro», porque el liderazgo «está aquí fuera, no dentro de la COP26».
«Decimos no más 'bla, bla, bla', no más explotación de las personas, la naturaleza y el planeta; no más lo que sea que hagan ahí dentro», ha aseverado Thunberg en declaraciones a medios en Festival Park, a orillas del río Clyde, que discurre junto a la COP26.
Thunberg llegó a Glasgow el pasado domingo en tren y participará en dos grandes protestas en la ciudad a finales de semana, una el 5 de noviembre organizada por Fridays for Future y otra el día 6. A esta última asistirán diversas organizaciones ambientalistas británicas de la denominada 'COP coalition' (coalición COP).
La activista sueca ha remarcado que «esta COP26 es hasta ahora igual que las anteriores y no nos llevará a ninguna parte» y ha añadido que «son solo políticos pretendiendo que se toman en serio nuestro futuro y el presente de las personas que ya sufren los impactos de la crisis climática».
Un modelo que «roba, ensucia y contamina»
En las movilizaciones también ha participado un grupo de activistas del colectivo Latinas for Climate, una organización aliada con Fridays For Future, para poner de manifiesto «el modelo extractivista que financia tecnología para hacerle frente al cambio climático, pero que pasa por encima de los derechos de las personas».
«Este modelo roba, ensucia y contamina las tierras de los pueblos originarios», ha apuntado Karin Watson, activista chilena de este colectivo, en referencia a la extracción de litio, un metal estratégico que es fundamental para la fabricación de las baterías que impulsan los vehículos eléctricos cero emisiones.
Pamela Ea, compañera de Watson en la asociación Latinas for Climate y natural de México, ha explicado a Efe que «los líderes solo se dedican a hablar bonito sin tomar acción climática" y que "no toman en cuenta la voz de la juventud ante la crisis climática».