Maite Ubiria
Aktualitateko erredaktorea, Ipar Euskal Herrian espezializatua / Redactora de actualidad, especializada en Ipar Euskal Herria

El Plan Gran Frío arranca de forma anticipada y con el reto permanente de atajar la precariedad

El dispositivo Gran Frío destinado a «limitar los efectos sanitarios y sociales ligados a las temperaturas invernales» ha entrado en vigor este 1 de noviembre, con un mes de anticipación respecto a años precedentes. Repasamos los dispositivos existentes en Ipar Euskal Herria.

Voluntarias de la Table du Soir, entre ellas su presidente Jean-Michel Prieto, preparan los menus para llevar, en noviembre de 2020. (Guillaume FAUVEAU)
Voluntarias de la Table du Soir, entre ellas su presidente Jean-Michel Prieto, preparan los menus para llevar, en noviembre de 2020. (Guillaume FAUVEAU)

El dispositivo Gran Frío, destinado a «limitar los efectos sanitarios y sociales ligados a las temperaturas invernales», ha entrado en vigor este 1 de noviembre, con lo que se ha adelantado en un mes al calendario de años precedentes.

El Departamento de Pirineos Atlánticos, competente en materia social, es el encargado de financiar el dispositivo del denominado Plan Gran Frío, un programa destinado a proteger a las personas más vulnerables, y en especial, aunque no solo, a aquellas que no disponen de una vivienda.

Un dispositivo que no cuestionan –salvo por los medios siempre insuficientes que se destinan al mismo– las asociaciones que, no obstante, reclaman que se refuerce tanto la prevención como la protección todo el año.

En el departamento en el que se integra Ipar Euskal herria hay 264 plazas de albergue abiertas durante todo el año. El pasado 13 de octubre se celebró una reunión destinada a ultimar los dispositivos que se habilitan por lo habitual de principios de diciembre a finales de marzo.

Ese plan, que pasa por un refuerzo de los dispositivos de urgencia social, del 115 a los centros de día o las rondas para detectar a personas en la calle, se completa con la apertura de lugares de albergue temporal.

A 1 de noviembre se han habilitado, de acuerdo a la información aportada por la Prefectura, un total de 32 camas suplementarias, de las cuales 20 se sitúan en el centro Ene Tokia de Baiona, gestionado en colaboración con la Mancomunidad Vasca, y otras 12 plaza en Biarritz, en la que el Ayuntamiento en el interlocutor del programa estatal.

A ello hay que añadir el esfuerzo del centro de día de Baiona y el equipo móvil que trabaja a pie de calle y que depende de la asociación Atherbea.

La Cruz Roja forma parte del despliegue nocturno mientras que para las personas que precisan de ayuda alimentaria la asociación la Table du Soir se encargará de proponer, a partir del 15 de noviembre, un plato caliente cada noche.

Los retos de la Table du Soir

La Table de Soir ha conocido cambios importantes en los últimos años. Unos han servido para mejorar su dispositivo, otros han situado a sus voluntarios –hasta 80 personas integran actualmente el servicio de cocina– ante retos más inesperados.

Hasta 2019, esos voluntarios cocinaban en sus propios domicilios y luego se organizaba el reparto en el local de la asociación.

Ese año la asociación consiguió dotarse de una cocina industrial en un local próximo al céntrico puente Grenet de Baiona, lo que cambió su forma de dar el servicio. Y también aumentar la «plantilla» de cocina.

Sin embargo, solo un año después, la pandemia ponía a la asociación ante un nuevo reto y, de forma un tanto inesperada, el confinamiento servía para rejuvenecer sus esfuerzos.

«Numerosos estudiantes se encontraron de un día para otro encerrados en casa y un buen número de ellos se puso en contacto con la asociación para ayudarnos a seguir distribuyendo comidas pese al confinamiento» explica a ‘Mediabask’ Jean-Michel Prieto, presidente de esta asociación baionarra nacida en 1993.

Bajo estrictas medidas de seguridad y solo en la fórmula de reparto de comida para llevar la Table du Soir redobló su trabajo en el periodo más duro de la pandemia.

Gracias al trabajo voluntario y a las donaciones excepcionalmente altas del Banco de Alimentos, la asociación mantuvo sus fogones encendidos de forma excepcional durante siete meses, periodo en el que sirvió alrededor de 25.000 comidas, esto es 15.000 más que las que distribuye habitualmente en esos meses de bajas temperaturas al que consagra el grueso de su actividad.

El periodo de pandemia «ha hecho que personas que estaban en el límite, que sobrevivían con pequeños trabajos, hayan caído en la precariedad», alerta el director de la Table du Soir, jubilado de la empresa Turbomeca. De ahí que la asociación encare hoy nuevos desafíos.

El final de las restricciones sanitarias llevará a la reapertura del servicio de comedor, que servirá entre las 18.30 y las 19.30. Las personas que viven en albergues tendrán más fácil el desplazamiento al local, ya que podrán utilizar el servicio de autobús puesto en marcha por la Mancomunidad Vasca.

Dejando en evidencia que el combate contra la precariedad no es ni mucho menos estacional, desde abril de 2022 la Table du Soir asumirá un nuevo servicio. Propondrá medio centenar de comidas en el Centro de Día o PAJ, sito en el muelle Lesseps de la capital labortana.

El arranque del Plan Gran Frío anuncia, de manera añadida, una carrera popular participativa, que la Table du Soir organiza de la mano de las 17 peñas baionarras, y que tendrá lugar el 28 de noviembre. Una competición popular sin perdedores que sirve, resume Jean-Michel Prieto, para tomar fuerzas para una carrera más de fondo, la de «federar esfuerzos para no dejar a nadie al borde del camino».