La Policía ha actuado contra un grupo de cerca de 500 manifestantes que protestaban por la visita del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a la provincia de Padua, en el norte de Italia.
Las fuerzas de seguridad han actuado, incluso usando cañones de agua, como respuesta a los intentos de romper el cordón de seguridad y acercarse a la Basílica del Santo de Padua, lo que ha generado un enfrentamiento, según recoge el diario italiano ‘La Stampa’.
El mandatario brasileño se encuentra en Italia para recibir la nacionalidad honorífica, pues su bisabuelo emigró de la región de Véneto en 1888. «Feliz de estar entre las personas que se llaman como yo», ha expresado.
Aunque en un principio la ceremonia estaba prevista que se llevase a cobo en el Ayuntamiento de Anguillara Veneta, las autoridades de la localidad finalmente han organizado el evento en un edificio del siglo XVII, donde Bolsonaro ha recibido la distinción frente a unos 200 invitados.
«Estoy emocionado de estar aquí. Creo que puedo verlo. Aquí es donde se fueron mis abuelos. Estoy contento de estar entre tanta gente buena», ha señalado el mandatario.
Esta visita ha movilizado a militantes de izquierda y organizaciones antifascistas, quienes han protestado por las políticas del mandatario brasileño quien, sin embargo, también ha contado con el apoyo de otro sector de la población.
«Está bien que visite la ciudad de donde proviene su familia, pero que no se le presente como un modelo a seguir al otorgarle el título de ciudadano honorífico», ha lamentado el concejal opositor Antonio Spada.