Pese a las numerosas e importantes bajas, Osasuna Magna le ha plantado cara al Barcelona durante una trepidante primera mitad, pero la falta de oxígeno se ha dejado notar tras el receso, momento que los azulgranas han aprovechado para matar el partido en apenas cinco minutos.

La primera parte se ha iniciado con un Osasuna Magna cargándose muy rápido de faltas –dos en poco más de treinta segundos– y un Barcelona avasallador que se ha adelantado ya para el segundo minuto tras aprovechar una falta mal ejecutada por los locales que ha acabado en una vertiginosa salida de Ferrao.

No pintaban bien en ese momento las cosas para la escuadra irurtzundarra, pero los de Arregi se han ido recomponiendo ante un conjunto culé que se ha confiado por su inicial dominio. Pese a llevar la iniciativa, Osasuna Magna les ha pillado en una contra de tres contra dos que Martil se ha encargado de materializar en el minuto 7, pegado al segundo poste.

El empate ha sentado de cine a los anfitriones quienes, pese a las bajas, se han dejado hasta el último aliento en la pista para defender el empate e incluso permitirse el lujo de adelantarse en el electrónico. No ha tardado mucho. Poco más de un minuto después del 1-1, Rocha se ha sacado un chutazo que se ha colado por la escuadra.

El Barcelona se ha quedado noqueado al ver cómo un partido que parecía tener controlado se le iba momentáneamente de las manos. Han sido los mejores momentos del conjunto navarro, muy bien colocados atrás y saliendo con velocidad a la contra.

De hecho, Osasuna Magna ha podido ampliar su ventaja. Dani Zurdo, omnipresente en casi todas las jugadas ofensivas locales, se ha encontrado con un mano a mano frente a Dídac, al que no ha podido superar. Sin embargo, del posible 3-1, se ha pasado a una nueva igualada.

Matheus se ha sacado un tiro escorado tras rechazo de Asier a un disparo potente de Lozano. Para esas alturas, público y banquillo verdes ya estaban más que mosqueados con la actuación arbitral, que no ha tenido el mismo rasero en jugadas similares.

Aún y todo, y tras ver la amarilla Imanol Arregi por protestar, además de Rocha, los irurtzundarras han aguantado muy bien con cinco faltas hasta la llegada del descanso, pese al constante acoso catalán.

Rodillo culé tras el descanso

El Barcelona ya no se ha dejado sorprender tras el descanso. Ha salido dispuesto a finiquitar el duelo y lo ha conseguido, gracias a su profundidad de banquillo y a un Osasuna Magna exhausto, que solo disponía de dos relevos de la primera parte de un banquillo que ha estado completado con cuatro chavales del filial, lo que ha permitido el debut en casa de Josu Mendive, que ya tuvo sus primeros minutos en Zaragoza.

En apenas cinco minutos, los pupilos de Jesús Velasco han anotado tres dianas para subir al luminoso un 2-5 que era inalcanzable pese al esfuerzo de los locales. A partir de ahí, el choque ha entrado en una dinámica totalmente favorable para los intereses visitantes.

Los irurtzundarras han buscado enjugar la diferencia con el apoyo de un público que ha seguido de uñas con los colegiados, menos determinantes en esta segunda mitad. Imanol Arregi ha colocado portero-jugador para los últimos ocho minutos, pero ello ha aumentado la sangría por las pérdidas de los anfitriones.

Así, los otros tres goles blaugranas han llegado por una contra y los dos últimos ya a puerta vacía cuando Osasuna Magna ha quemado todas sus naves para satisfacer el incondicional apoyo de la grada. Finalmente, demasiado enemigo para contar con tan escasas fuerzas para hacerle frente.