Imanol intenta frenar la euforia que rodea a la Real tras su gran comienzo y recuerda que el inicio de la pasada temporada fue similar. Luego bajó su nivel, cerró el año con 26 puntos en 16 partidos, pero ahora la trayectoria es ascendente tanto en el desarrollo de los partidos como en el transcurso de la temporada a pesar de la acumulación de lesiones importantes y partidos.
Lejos de perder fuerza como el año pasado en el segundo bloque exigente con la lesión de David Silva, cuando encadenó seis empates y tres derrotas antes del parón navideño, la Real cerró en El Sadar su segundo bloque de siete partidos en 23 días, cinco de Liga y dos de Europa League, con cuatro victorias y tres empates, por tres triunfos y cuatro igualadas del anterior.
En el primero se enfrentó en la Europa League al PSV y el Monaco y en el segundo solo al flojo Sturm Graz. En Liga el balance ha sido el mismo de tres victorias y dos empates, pero los rivales han sido de un nivel superior al empatar ante Atlético de Madrid y Athletic y ganar a Mallorca, Celta y Osasuna.
Hay un dato que refleja esa capacidad de la Real de asumir el cansancio y las bajas mejor. Ha marcado 17 de sus 19 goles ligueros en las segundas partes, todos menos el de Barrenetxea ante el Levante y el de Sorloth en el Wanda. Siete los ha logrado a partir del minuto 80, como el segundo de El Sadar, donde se impuso físicamente a Osasuna en los veinte últimos minutos y anotó los dos goles a pesar de jugar el jueves y tener los rojillos toda la semana para recuperarse del partido de Sevilla.
A un punto del mejor inicio
La Real no acusa los esfuerzos y las bajas gracias al control del juego y del balón que desgasta a sus rivales conforme avanzan los partidos, al equilibrio defensivo para no conceder ocasiones, con ocho partidos de Liga de los doce últimos sin recibir gol, y a la calidad de sus jugadores, que han marcado en todos los partidos oficiales menos el jugado contra el Sevilla al menos un tanto. Así suma 28 puntos, uno menos que en el mejor inicio alcanzado por el equipo entrenado por Denoueix en la temporada 2002-03 en una primera vuelta que acabó invicto.
El equipo actual lleva dieciséis partidos oficiales sin perder y se acerca a los dieciocho de aquella temporada, cuando se aguantó el liderato hasta la penúltima jornada. Entonces tenía 29 puntos tras trece partidos, con ocho victorias y cinco empates, el mismo balance que consiguió el equipo campeón en la temporada de la imbatibilidad (1979-80).
El inicio actual mejora por ahora al de los dos títulos de Liga. En la temporada 1981-82 llevaba ocho victorias, tres empates y dos derrotas y en la 1980-81 siete partidos ganados, dos igualados y cuatro perdidos.
Y el mérito del actual comienzo es mayor porque en la temporada 2002-03 la Real quedó eliminada en la Copa tras el primer partido de Liga en Zaragoza y, a partir de ahí, no jugó entre semana en toda la temporada. Denoueix apenas tuvo bajas y pudo basarse en un equipo tan fácil de recordar como el campeón de Liga.
Imanol ha conseguido que su equipo compita cada tres días con un mínimo de seis bajas y cambios constantes en sus alineaciones sin que empeoren los resultados porque triunfa una idea de juego que todos los jugadores tienen muy asimilada.
Cuatro días sin entrenamiento
No se puede saber hasta donde puede llegar esta Real, pero ahora tiene dos semanas para recuperar a un jugador fundamental como Mikel Oyarzabal y para que el resto descanse. Por eso Imanol ha programado una semana con solo tres entrenamientos ayer, el miércoles y el jueves antes de afrontar el tercer bloque de partidos previo a las Navidades para definir mejor los objetivos que puede marcarse el equipo blanquiazul.
El título de Liga parece un reto muy alto, pero también lo parecía para el equipo campeón y lo logró. Otro objetivo muy importante y más accesible sería entrar en la Champions y la Real está en el cuarteto de cabeza con un punto y un encuentro mas que Real Madrid y Sevilla y cinco al Atlético, también con un partido menos.
El Betis, quinto, está ya a siete y los otros dos equipos aspirantes a esta competición, Barcelona y Villarreal, quedan a once y trece puntos, también con un partido menos. Falta mucho, pero las diferencias empiezan a ser importantes.