Un año más, el Festival de Sevilla ha sido el escenario elegido por la Academia Europea de Cine para dar lectura a las nominaciones a sus premios anuales, unos galardones que se entregarán en una ceremonia a celebrar en Berlín el próximo 11 de diciembre. Los miembros de la institución han insistido en que estos premios y la propia existencia de la Academia tienen como objetivo no solo celebrar las excelencias del cine continental sino conectar a los ciudadanos en una época de incertidumbre para las industrias culturales como la que se vislumbra de aquí a los próximos diez años.
En lo que se refiere a las nominaciones en sí, como viene siendo tónica en los últimos años, éstas no han estado nada repartidas concentrándose la mayoría de las mismas en un ramillete selecto de títulos que han sido los que más candidaturas acapararon. También resulta significativo el hecho de que éstas reconozcan o bien producciones de cinematografías potentes (como la francesa, la inglesa o la italiana) o bien películas realizadas por cineastas periféricos levantadas en régimen de coproducción e intervenidas por productoras de muchos países distintos.
Un año más el cine estatal ha brillado por su ausencia y Donostia Zinemaldia se ha confirmado como el gran escaparate para el cine del viejo continente, ya que tres de los cinco títulos seleccionados participaron en las distintas secciones del festival bien en esta edición o el pasado año, incluyendo ‘Sentimental’, del catalán Cesc Gay, única presencia estatal entre los títulos anunciados que formó parte del programa del Zinemaldia en 2020.
En cabeza
Entre las películas que se batirán el cobre destacan dos títulos por encima del resto: ‘Titane’, de Julia Ducournau, y ‘Fue la mano de Dios’, de Paolo Sorrentino. La primera, fue la triunfadora del pasado Festival de Cannes, donde se hizo con la Palma de Oro y formó parte de la selección de Perlak este año en Donostia.
La película está nominada a los premios del cine europeo a la mejor película, dirección, actor protagonista (Vincent Lindon) y actriz protagonista (Agathe Rousselle).
El film de Sorrentino, que pudo verse este año el Zinemaldia en proyección especial tras su paso por Venecia y que será estrenado en diciembre vía Netflix, cuenta con nominaciones en las categorías de película, dirección y guion.
Junto a estos dos largometrajes, el tercer título en liza para hacerse este año con los principales galardones del cine europeo es ‘El padre’, de Florian Zeller, que ganó el Premio del Público en Donostia el año pasado y salió reforzado de los Oscar este mismo año ganando las estatuillas de mejor guion adaptado y mejor actor para Anthony Hopkins, dos categorías en las que vuelve a competir esta vez. Además Zeller está nominado como mejor director y la película figura entre las consideradas cinco mejores cintas del año.
Dos títulos pequeños
Sin embargo, lo más destacado en el anuncio de candidaturas ha sido el reconocimiento a dos filmes pequeños que, tras presentarse en Venecia en 2020 y en Cannes 2021, han conseguido ir ganando un gran número de adeptos gracias al boca-oído. Se trata de la película bosnia ‘Quo Vadis, Aida’, de Jasmila Zbanic, y del film finlandés ‘Compartment nº 6’, de Juho Kuosmanen.
Este último largometraje, que se hizo con el premio especial del Jurado en Cannes, está propuesto como mejor película del año. Además opta al galardón al mejor guion y sus dos protagonistas también optan al del cine europeo.
La película de Zbanci, por su parte, es una evocación de la matanza de Srebrenica que ya estuvo nominada al Oscar al mejor film extranjero (perdiendo frente a ‘Otra ronda’) y opta a los galardones de película, dirección, actriz y guion.
Fuera de las categorías principales destaca el reconocimiento para esa joya de la animación titulada ’Flee’ que, tras lograr el máximo galardón en el Festival de Annecy (el certamen más importante del mundo para este tipo de cine), concurre a los Premios del Cine Europeo como Mejor Película de Animación y Mejor Documental.