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El racismo es la principal causa de delitos de odio en la CAV, con un incremento del 7,16%

La jornada ‘Desmontando prejuicios sobre el islam’ se celebra este miércoles en Bilbo organizado por la Ertzaintza, cuerpo denunciado por sus prácticas en numerosas ocasiones. El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha llamado a combatir los prejuicios por motivos étnicos o religiosos.

En la jornada también toman parte representantes de la comunidad musulmana. (Monika DEL VALLE / FOKU)
En la jornada también toman parte representantes de la comunidad musulmana. (Monika DEL VALLE / FOKU)

El consejero de Seguridad del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka, ha indicado que la principal causa de los delitos de odio que se registran en la CAV, «muy por delante de las demás», es la relacionada con el racismo y la xenofobia, y ha destacado que en los diez primeros meses de 2021 han aumentado del 48,55% al 55,71% respecto del año pasado, más de 7 puntos.

Erkoreka ha inaugurado este miércoles la jornada ‘Desmontando prejuicios sobre el islam’, organizada por la Ertzaintza en el Bizkaia Aretoa de Bilbo, donde se ha destacado el incremento de estos delitos, en lo referente a la comunidad musulmana, del 25% al 32%

Ha destacado que «el prejuicio es, por definición, incompatible con el respeto al diferente, que es el cimiento sobre el que descansa la democracia pluralista y abierta. Se trata de combatir la práctica, tan arraigada como negativa, de categorizar a las personas, con arreglo a unos esquemas preconcebidos, atribuyéndoles de manera automática y acrítica, las características que suponemos que corresponden a cada categoría».

El vicelehendakari ha defendido que «contra el discurso de odio, los poderes públicos pueden reaccionar de tres maneras: con otros discursos que lo combatan y neutralicen, con medidas sancionadoras, o con una estrategia combinada de discursos y sanciones. Personalmente soy partidario de esta última opción».

No obstante, ha precisado que «más allá de las opiniones personales, la respuesta sancionadora resulta obligada cuando el discurso de odio se convierte en la palanca que induce al uso de la violencia contra la persona o el grupo odiado; cuando se enfatiza lo odioso de un colectivo, para alentar la agresión contra él o contra las personas que lo integran».

A su juicio, «prohibir y castigar el discurso de odio no significa, por supuesto, menoscabar la libertad de expresión, que es uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática», pero ha puntualizado que «no se trata de un derecho absoluto, y la libertad de expresión tiene que ceder cuando, de su ejercicio, pueden resultar lesionados otros derechos o intereses constitucionales, como la igualdad o la dignidad de las personas».

Racismo policial

Erkoreka no ha hecho mención a las denuncias de racismo contra los diferentes cuerpos policiales. Por ejemplo, el pasado mes de mayo, colectivos como SOS Racismo y Rights International Spain comparecieron por este motivo en la Cámara de Gasteiz, donde pusieron sobre la mesa algunas prácticas de la Ertzaintza y policías municipales, identificaciones y cacheos «humillantes» basadas en «estereotipos étnicos o religiosos».

Estos grupos presentaron un manifiesto titulado ‘29-M. Stop al racismo policial’, en el que se denunciaba un problema que se encuentra «profundamente invisibilizado» y que resulta «negado por parte de las instituciones, medios de comunicación y sindicatos policiales».

En el documento se añadía que esta situación «se da a las personas racializadas y migrantes que habitan el territorio europeo y occidental» y que la CAV «no es una excepción».