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El hijo de Gadafi, excluido de las presidenciales en Libia, en las que Haftar será candidato

La Comisión Electoral Suprema ha rechazado la candidatura del Saif Al-Islam, hijo de Muamar Gadafi, para las elecciones presidenciales en Libia, para las que sí ha admitido la del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país. Los comicios aún se enfrentan a numerosos obstáculos.

Imad Al Sayed, presidente de la Comisión Electoral libia, en rueda de prnesa. (Mahmud TURKIA/AFP)
Imad Al Sayed, presidente de la Comisión Electoral libia, en rueda de prnesa. (Mahmud TURKIA/AFP)

La Comisión Electoral Suprema de Libia ha dado a conocer este miárcoles una lista con 25 nombres de candidatos que han sido excluidos de cara a las elecciones presidenciales previstas para el próximo 24 de diciembre, entre ellos el de Saif al Islam, el hijo de Muamar al Gadafi, derrocado en 2011.

El la lista preliminar de aceptados sí aparecen, sin embargo, otros nombres controvertidos, como el del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este del país, el presidente del Parlamento de Tobruk, Aquilah Saleh, o el actual primer ministro interino, Abdulhamid al Debaibah, pese a que este último no ha renunciado a su puesto con tres meses de antelación como exigen los requisitos.

Entre los excluidos también destacan el abogado liberal Ali Zeidane, ex primer ministro de transición (2012), y el antiguo líder del Parlamento, Nouri Abu Sahmain, que al igual que Saif al Islam y el resto de aspirantes descalificados tiene la opción de apelar la decisión.

Según la comisión, todos han sido excluidos por no cumplir algunos de los requisitos listados en la polémica ley electoral, aprobada por el Parlamento en Tobruk, en el este del país, pero rechazada por el Consejo de Estado, una suerte de Senado creado por Naciones Unidas durante su fallido plan de reconciliación de 2015.

Entre los que han criticado la ley electoral destaca el primer ministro interino, quien sin embargo ha sido aceptado pese a que la ley exige haber abandonado el cargo y a que se comprometió a no aspirar a la presidencia cuando en marzo fue designado por el Foro para el Diálogo Político de Libia (FDPL), un organismo no electo creado 'ad hoc"' por la ONU para articular su nuevo plan de reconciliación.

Al Debaibah, vinculado a la ciudad de Misrata, es un multimillonario que hizo fortuna durante el régimen de Gadafi.

Crímenes de guerra

En cuanto a las razones para la descalificación de Saif al Islam, cuya candidatura había levantado una ola de protestas en el país, la comisión recordó que pesa sobre él una orden de busca y captura dictada por la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra supuestamente cometidos durante la represión de la revuelta que acabó de 2011.

Capturado al tiempo que su padre era li chado, estuvo presoen la ciudad occidental de Zintan hasta que fue puesto en libertad en 2017.

La ciudad-estado de Misrata también acusa de crímenes de lesa humanidad a Hafter, cuya candidatura sí ha sido aceptada, por la operación militar que lanzó en 2015 para conquistar el sur y el oeste del país, que se frenó a las puertas de Trípoli tras 18 meses de cerco.

La Fiscalía militar había exigido a la Comisión que rechazara las candidaturas tanto de Saif al Islam como de Hafter por estas acusaciones.

Elecciones en el aire

La decisión de la Comisión Electoral augura nuevos obstáculos, que sumados a la inesperada renuncia el martes del enviado especial de la ONU para Libia, Jan Kubis, aumentan las posibilidades de un aplazamiento pese al nuevo llamamiento de Estados Unidos, Estado francés, Gran Bretaña e Italia para que al menos la primera vuelta se celebre en la fecha fijada.

A la petición su sumó el martes  Rusia, principal apoyo de Hafter, pero no Turquía, el otro estado que más influye en el conflicto libio y que apoya a las milicias islamistas de Trípoli.

Junto a las presidencialesb están convocadas las legislativas en la misma fecha, para las que ya hay más de 1.300 candidaturas.