La Real volvió el domingo a Donostia tras cinco días en Monaco y Barcelona muy duros saldados con dos derrotas, lesiones de jugadores importantes como Mikel Merino y David Silva y un enfado mayúsculo por la decisión de Mateu Lahoz de anular el gol de Isak tras dejar seguir la jugada en un principio.
El reglamento da la opción al árbitro de cortar la acción si entiende que tras tocarle el balón la Real inicia «un ataque prometedor» porque Isak recibe en buena situación un esférico que no iba para él al borde del área, sino a Januzaj, o de dejar seguir porque no cambia el equipo que tiene la posesión. Lo que no puede hacer es aplicar este supuesto y, como la jugada acaba en gol, cambiar de criterio y decir que se ha equivocado porque tras tocarle se inicia un ataque prometedor.
Lo triste es que el que nunca debería ser protagonista en el fútbol, el árbitro, lo sea siempre en el caso de Mateu por su empeño de pitar lo que quiere en lugar de limitarse a aplicar el reglamento.
Por eso todos los comentarios tras el partido se han centrado en el árbitro valenciano por lo insólito de su decisión y no en el buen partido de la Real en la mayor parte del campo. Solo le faltó acertar en las dos áreas. En ataque no tradujo su dominio en remates y goles y en defensa con muy poco el Espanyol le creó dos ocasiones muy claras en la primera parte con Puado y en la segunda marcó el gol de Yangel Herrera con la colaboración de un Diego Rico que no justifica los minutos que le da Imanol porque Aihen está a un nivel muy superior.
El problema está en el área rival
Pero el problema de la Real esta temporada no está en su área. A pesar de los cuatro goles recibidos en su mal primer partido de Barcelona es el segundo equipo menos goleado de Primera con once en quince partidos, como el Sevilla en catorce, una cifra solo mejorada por el Athletic con diez a la espera de lo que haga el miércoles con el Real Madrid en su encuentro aplazado.
Los problemas de la Real están en ataque porque es uno de los equipos que más posesión tiene, el quinto que más remata a portería según las estadísticas oficiales de la Liga con 65 por detrás de Real Madrid (88), Betis (80), Sevilla (67) y Barcelona (67), pero solo ocupa el octavo puesto en el ranking de goles marcados con 19, por detrás de Real Madrid (34), Atlético (26), Betis (25), Sevilla (24), Rayo y Barcelona (23) y Valencia (22).
El año pasado la Real tenía 24 goles a favor tras quince jornadas, hace dos temporadas 26 y ahora solo lleva uno más que los 18 de la 2018-19 dos partidos antes de que Asier Garitano fuera destituido y asumiera la dirección del equipo Imanol.
Una de las virtudes de la Real de las últimas temporadas es que tiene tantos jugadores con capacidad goleadora que es difícil que no vea puerta en casi todos los partidos, pero esta temporada le cuesta mucho lograr más de un gol y el domingo encadenó dos partidos de Liga sin marcar por vez primera en las tres últimas temporadas.
Sin explotar la claridad de Januzaj
Unos problemas que se manifiestan sobre todo en Anoeta, con cinco goles marcados en siete partidos de Liga, a pesar del mejor momento de Adnan Januzaj, que jugó un partidazo en Cornellá, pero solo encontró en la jugada del gol anulado, como en Monaco, la ayuda de Isak para traducir su claridad en asistencias de gol. Dio buenos centros laterales y sacó bien las jugadas de estrategia, pero no encontró rematadores.
La Real depende en la faceta goleadora de Oyarzabal, que no ha recuperado tras su lesión el gran nivel que le permitió marcar seis goles en el inicio de temporada, e Isak, que lleva tres en Liga, los mismos que Aritz, y otros tres en Europa League.
En quince partidos de Liga es preocupante que entre los realistas que ocupan las cuatro posiciones más adelantadas el joven del filial Julen Lobete sea con dos en 260 minutos el siguiente. Sorloth, Barrenetxea, con la ayuda de un defensa, y Januzaj, de penalti, solo han logrado un gol y no han visto portería David Silva y Portu, que en las dos temporadas anteriores marcó quince en Liga y uno en Europa League.
El murciano lleva solo un gol ante el Celta en sus últimos 33 encuentros oficiales, no marcó ni en los cuatro amistosos del verano, cuando era un jugador que en sus dos últimas temporadas en el Girona promediaba diez goles.
El miércoles, Copa
El partido de Copa de este miércoles ante el Panadería Pulido-San Mateo en el estadio Gran Canaria (21:00) es una buena oportunidad para Portu y para todos los jugadores atacantes para recuperar su confianza de cara al gol.
La Real ha descansado tras volver de Barcelona y el martes preparará en Zubieta a puerta cerrada el partido contra un equipo que logró el domingo ante el Antequera su primera victoria de la temporada en Liga, pero sigue en puestos de descenso en la 2ª RFEF.
Es un rival muy inferior y se espera que Imanol aproveche el partido para dar minutos a los menos habituales porque el sábado ante el Real Madrid y el jueves contra el PSV esperan después dos duelos muy importantes en el Reale Arena.