Un equipo arqueológico de la Sociedad Aranzadi, con el apoyo del Instituto de la Memoria Gogora y del Ayuntamiento de Bilbo, ha iniciado este sábado los trabajos para recuperar los restos de las víctimas mortales de la guerra del 36 que se encuentran enterradas en el cementerio de Begoña, en Bilbo.
El espacio está clausurado desde 2003 y, en la actualidad, el Ayuntamiento de Bilbao está procediendo a la exhumación de todos los restos con el fin de convertirlo en un parque público.
Según la documentación extraída de los Registros Civiles, libros parroquiales, y los registros del propio espacio, ascienden a 60 las víctimas de la guerra allí inhumadas. Se trataría de gudaris y milicianos, así como de también víctimas civiles, muertas en bombardeos.
Entre ellos, hay casos de víctimas cuyas familias desconocen el lugar y la fecha de sus fallecimientos, por lo que el Gobierno de Lakua ha realizado un llamamiento para que las familias que desconozcan el paradero de sus allegados fallecidos en la guerra se pongan en contacto con Gogora.
Se da la circunstancia que entre las personas que han acudido al acto había una mujer que hoy tiene 80 años y acaba de conocer que su padre falleció el 14 de junio de 1937 en el frente de Artxanda, por lo que podría ser uno de los ahí enterrados.
En la primera fase de recuperación, los trabajos han arrancado en una de las dos zonas o áreas en el que, según la documentación disponible, existen enterramientos de víctimas de la guerra.
Hasta el lugar han acudido este sábado, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, así como el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, junto con familiares de víctimas. También se han acercado al cementerio el viceconsejero de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, así como la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, Aintzane Ezenarro.
Función añadida de sensibilización
La consejera Beatriz Artolazabal ha afirmado que «seguiremos intentado esclarecer la verdad para que todas las familias puedan cerrar su duelo definitivamente y restituir la memoria de aquellos que lucharon por la democracia de Euskadi».
En este sentido, ha valorado el trabajo interinstitucional desarrollado y ha defendido que actos como éste deben «sensibilizar más a la sociedad vasca» para que los familiares de la víctimas que no sepan dónde éstas se encuentran enterrados se pongan en contacto con Gogora.
Por su parte, el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, se ha referido al proyecto Begoñako Argia, desarrollado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y financiado por el Ayuntamiento, que abarca desde la investigación y divulgación hasta la formación científica en materia de memoria histórica.
«Es un proyecto enormemente interesante. Personas enterradas desde 1813, familias que han estado durante tiempo buscando a sus seres queridos y gracias a este proyecto vamos a poder recuperar parte de la memoria», ha valorado.
En la excavación ha tomado parte el forense Paco Etxeberria, con amplísima experiencia en estos trabajos. junto a otros miembros y colaboradores de Aranzadi.