El fiscal Calogero Ferrara ha presentado una demanda por «difamación» contra el periodista italiano Lorenzo Tondo, después de que el periodista descubriera un error judicial por el cual un hombre inocente estuvo preso en una cárcel de Palermo durante 3 años. La víctima, Medhanie Tesfamariam Behe, un carpintero eritreo, fue confundido con Medhanie Yehdego Mered, un traficante de personas conocido como ‘El general’.
Behe fue arrestado y extraditado desde Sudán en 2016. Todo el entramado judicial comenzó cuando Behe envió una solicitud de amistad por facebook a la esposa de Mered por el mero hecho de parecerle «atractiva». La policía italiana pensó que se trataba de Mered, solo que había cambiado de identidad, así que detuvieron y encarcelaron al carpintero injustamente.
Sin embargo, Tondo reunió numerosas pruebas que demostraban la verdadera identidad del detenido, como el testimonio de sus familiares, fotografías, audios e incluso una prueba del ADN y la declaración de la propia esposa del traficante.
Aun así, los fiscales desestimaron todas las pruebas presentadas, incluido el ahora demandante Ferrara, después de que el encarcelamiento del supuesto traficante hubiera sido anunciado como un hito de la lucha contra la trata de personas en Libia.
Finalmente, en 2019, el Tribunal de Palermo liberó al joven eritreo tras determinar que las acusaciones eran «inconsistentes e inadecuadas» y señalar que durante el proceso se habían ignorado pruebas importantes. «Cuando el hombre arrestado por error salió de la cárcel, sentí una inmensa alegría. Teníamos razón. Un juez confirmó nuestras investigaciones. Pensé que esa historia había terminado», ha explicado a EFE Tondo, a quien poco después le llegó una demanda del fiscal porque no le gustaron algunas publicaciones del periodista respecto al caso.
«Hay investigaciones que te siguen hasta el final de tus días», ha explicado el periodista.
Escuchas telefónicas
Durante el proceso, se reveló que Tondo había sido víctima de escuchas telefónicas: «Cuando en 2017 descubrí que la fiscalía había interceptado algunas de mis conversaciones con una fuente estaba furioso y frustrado al mismo tiempo. Me di cuenta de que tenía que empezar a cuidarme las espaldas».
Desde entonces hasta 2020, por lo menos 20 periodistas más que cubrían temas migratorios fueron espiados por los fiscales sicilianos respaldados por investigaciones vinculadas al tráfico de seres humanos. En muchos de estos casos, los acusados eran ONGs que se dedicaban al rescate de migrantes en el Mediterráneo.
El abogado de Lorenzo, Andrea Di Pietro, opina que «el caso de Lorenzo Tondo es emblemático de las dificultades que vive hoy el periodismo independiente en Italia».
Libertad de prensa
Tondo ha sido citado para la primera audiencia de las dos demandas civiles de resarcimiento interpuestas por el fiscal Ferrara el próximo 2 de febrero, lo que le impedirá seguir la apelación del ‘caso Mered’ (un caso de violación y fallecimiento de una joven con varias incógnitas por resolver), algo que la Plataforma del Consejo de Europa para la protección del periodismo y la seguridad de los reporteros considera una potencial «intimidación».
«Aunque el intento de mediación obligatoria concluyó el 5 de noviembre de 2020, el fiscal Ferrara esperó casi un año para confirmar las demandas, que fueron notificadas poco antes del inicio del segundo juicio 'Mered'. Los críticos dicen que esto podría indicar un movimiento estratégico para intimidar y evitar que Tondo cubra ese proceso», ha denunciado el organismo.
La herramienta más poderosa
«Finalmente una institución internacional ha reconocido que la citación fue un supuesto intento del fiscal de dificultar mi trabajo y continuar con el caso. The Guardian me apoyó desde el principio», y ahora, además, «cuento con el de las asociaciones para la libertad de prensa. Ya no estoy solo en esta batalla», ha agradecido Tondo.
Tondo, ha explicado Di Pietro, «fue un verdadero periodista de investigación» que «por no someterse fue tratado como un hereje, con el que no se debe hablar, que debe ser llevado a juicio sin su periódico, para que se sienta aún más aislado y débil en comparación con el poder del Estado, pero The Guardian no lo ha abandonado: permanecerá a su lado, demostrando lo que significa defender realmente, en todos los campos, la libertad de prensa».
El periodista engloba en una frase el mejor aprendizaje de esta experiencia, al menos por ahora: «Me he dado cuenta de que el periodismo, el periodismo real, puede convertirse en la herramienta de defensa más poderosa».