Una mujer israelí ha sido apuñalada hoy miércoles por la mañana a la entrada del barrio palestino de Seij Jarrah, en Jerusalén Este.

Poco después del apuntalamiento, y tras realizar una redada con helicópteros en la zona, la policía ha detenido a una adolescente palestina.

La víctima, de 26 años, habría sido apuñalada por la espalda cuando llevaba a sus hijos al colegio. Ninguno de ellos ha sufrido daño alguno.

«Gatillo fácil»

Se trata del último incidente de este tipo que se produce recientemente en Jerusalén. El sábado pasado, la Policía remató a un palestino que estaba totalmente inmovilizado en el suelo tras resultar herido tras haber apuñalado a un hombre en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Las imágenes del apuñalamiento y la ejecución extrajudicial de su autor evidencian la ira de la marginada población palestina y el «gatillo fácil» de las Fuerzas de «Seguridad» sionistas.

Expulsados de sus casas

Seij Jarrah se ha convertido en el centro de este tipo de sucesos durante los últimos meses, especialmente a raíz del desalojo de una serie de viviendas en las que llevan décadas residiendo familias palestinas. Para ellos, este no es más que un renovado intento por parte de Israel de expulsarlos del territorio y despojarlos de sus derechos.

El pasado mes se registraron otros dos ataques dentro de ciudad amurallada de Jerusalén, epicentro de las tensiones entre palestinos e israelíes.

Un palestino miembro del movimiento islamista Hama mató con una ametralladora a un israelí e hirió a otros cuatro, tras lo que fue abatido por la Policía.

Cuatro días antes, el miércoles 17 de noviembre, un palestino de 16 años hirió con un cuchillo a dos policías israelíes y murió por disparos de la Policía israelí.