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«El fin del mundo» en Mayfield, arrasada por los tornados en Kentucky

Edificios arrasados, coches volcados, árboles arrancados de cuajo. Es una escena propia del fin del mundo en varios kilómetros cuadrados. El día después, los habitantes de Mayfield no dan crédito ante la amplitud del desastre en esta pequeña localidad de Kentucky.

Vista aérea de casas destruidas por un tornado en Mayfield, Kentucky. (Scott OLSON/AFP)
Vista aérea de casas destruidas por un tornado en Mayfield, Kentucky. (Scott OLSON/AFP)
La atención se concentró este sábado en la localidad de Mayfield (Kentucky). Las imágenes que han mostrado los medios muestran esta localidad completamente devastada, con la gran mayoría de sus edificaciones destruidas. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)
La atención se concentró este sábado en la localidad de Mayfield (Kentucky). Las imágenes que han mostrado los medios muestran esta localidad completamente devastada, con la gran mayoría de sus edificaciones destruidas. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)
Se observan graves daños en el centro de la ciudad de Mayfield, azotada por un tornado. (Brett CARLSEN/AFP)
Se observan graves daños en el centro de la ciudad de Mayfield, azotada por un tornado. (Brett CARLSEN/AFP)
Un barco después de ser succionado por un tornado en Mayfield, Kentucky. (John AMIS/AFP)
Un barco después de ser succionado por un tornado en Mayfield, Kentucky. (John AMIS/AFP)
Los residentes de Bowling Green, Kentucky, observan los daños causados ​​por un tornado. (Gunnar WORD/AFP)
Los residentes de Bowling Green, Kentucky, observan los daños causados ​​por un tornado. (Gunnar WORD/AFP)
Vista interior de la Iglesia Bautista Emmanuel de Mayfield, Kentucky, tras el paso del tornado (Brett CARLSEN).
Vista interior de la Iglesia Bautista Emmanuel de Mayfield, Kentucky, tras el paso del tornado (Brett CARLSEN).
Un residente de Bowling Green, Kentucky, inspecciona los daños ocasionados por un tornado. (Gunnar WORD/AFP)
Un residente de Bowling Green, Kentucky, inspecciona los daños ocasionados por un tornado. (Gunnar WORD/AFP)
Una mujer observa mientras un tornado arrasa una zona residencial después de tocar tierra al sur de Wynnewood, Oklahoma. (Josh EDELSON/AFP)
Una mujer observa mientras un tornado arrasa una zona residencial después de tocar tierra al sur de Wynnewood, Oklahoma. (Josh EDELSON/AFP)
Esta imagen satelital del folleto publicada por Maxar Technologies muestra un almacén de Amazon destrozado después de que los tornados azotaran la región en Edwardsville, Illinois. (AFP)
Esta imagen satelital del folleto publicada por Maxar Technologies muestra un almacén de Amazon destrozado después de que los tornados azotaran la región en Edwardsville, Illinois. (AFP)
Trabajadores retiran los escombros de un centro logístico de Amazon en Edwardsville, Illinois. (Tim VIZER/AFP)
Trabajadores retiran los escombros de un centro logístico de Amazon en Edwardsville, Illinois. (Tim VIZER/AFP)
El daño del tornado se aprecia cuando el sol se pone después de que el clima extremo azotara la región en Bowling Green, Kentucky. (Gunnar WORD/AFP)
El daño del tornado se aprecia cuando el sol se pone después de que el clima extremo azotara la región en Bowling Green, Kentucky. (Gunnar WORD/AFP)

En Broadway, arteria principal de la localidad de 10.000, los viejos edificios de ladrillo rojo  que eran su orgullo no pudieron resistir la potencia de los vientos.

El tribunal local ha perdido parte de su tejado y su gran reloj. Dos iglesias cercanas no se han salvado. Una de ellas está arrasada y su majestuoso órgano es una amasijo desparramado en los alrededores.

Alrededor, los últimos pisos de los inmuebles están al aire libre.

El pequeño restaurante familiar que detenta Mitchell Fowler desde hace 38 años no ha resistido al embate, como atestiguan sus ventanas destrozadas, su cocina arrasada, su desaparecido tejado y el desplome del muro exterior sobre el parking.

El viernes a última hora, tras la alerta de las autoridades, cerró el local. «Vivo a 20 kilómetros en el campo y durante el trayecto a casa todo había acabado para mí», se lamenta. «Esto es un desastre –añade– Y mira que he trabajado en Oklahoma, donde suele haber grandes tornados...».

En una localidad sin electricidad, Fowler reparte entre el vecindario la comida que se pudre en sus frigoríficos.

«Podría haber sido peor»

Pese a todo, aún hay buenas noticias. Uno de sus cuñados, empleado en la fábrica de pan que se desmoronó con los trabajadores dentro, «ha sido rescatado sano y salvo hoy. Le han llevado al hospital pero está bien».

Un centenar de personas trabajaban en la empresa familiar, a pleno pulmón por la cercanía de las fiestas de fin de año.

Los cuerpos sin vida han sido retirados de entre los escombros pero sigue sin haber noticias de decenas de personas.

Kentucky ha pagado un largo tributo, más de 80 muertos, por el paso de los devastadores tornados.

Mitchell Fowler no reconstruirá su restaurante. Ha decidido jubilarse a sus 70 años.  

«Una bomba en medio del barrio»

Alrededor del establecimiento, se ven decenas de coches en los techos de las casas. Un viejo vehículo verde y blanco se ha salvado milagrosamente. El cobertizo que lo albergaba  ha desaparecido.

Postes eléctricos arrancados, como muchos árboles, se cruzan en las calles.  

El tornado lo ha destrozado todo en una banda de un kilómetro de largo atravesando la localidad de oeste a este. «Es como si hubiera explotado una bomba en nuestro barrio»,  narra Alex Goodman, vecino de la arrasada localidad.

«Sabíamos que llegaba pero no había a dónde ir», coincide David Norseworthy, 69 años, quien trabaja en la construcción.  Su casa, con el tejado y el porche destruidos, está en el centro de la villa. Relativamente se ha salvado.

«Estuvimos siete minutos en el refugio, y se acabó, vino y se fue así, de repente », recuerda. Originario de la localidad, «en mi vida he visto nada parecido».

Desde la mañana, los empleados municipales despejan las vías para el tráfico, pero toneladas de escombros se amasan en las aceras, dificultando la circulación».

La solidaridad se está organizando y los habitantes distribuyen agua, alimentos, carritos para niños y ropa caliente. La noche ha sido fría.

Al menos 64 muertos

Este drama tiene traslación en números: por el momento se calculan 64 muertes por los cuatro tornados producidos, aunque según el gobernador del Estado, Andy Beshear, ese número «probablemente subirá».

Beshear ha comparecido este lunes en conferencia de prensa después de que un portavoz de la empresa propietaria de la fábrica de velas de Mayfield redujese este domingo a ocho muertos y otros tantos desaparecidos, cifras que eran sustancialmente menores que las de 70 posibles víctimas mortales que manejaban previamente las autoridades.