Desde primera hora de la mañana de este lunes, una treintena de campesinos ha impedido la circulación de los trenes al colocar piedras y ruedas incendiadas en la ruta que une las ciudades de Urubamba y Ollantaytambo.
En esta última localidad se ubica la estación inicial utilizada por la gran mayoría de turistas que viajan a conocer la joya arquitectónica del imperio incaico. Dede aquí se tarda poco menos de dos horas en llegar a Aguas Calientes, desde se puede subir en bus hasta Machu Picchu.
La huelga está convocada por la Junta de Usuarios de Agua de Cusco para exigir al Gobierno peruano que atienda las demandas de las comunidades campesinas de esta región andina, que piden mejores condiciones para su sector y un mayor presupuesto ante el elevado precio de insumos para la agricultura, entre ellos el fertilizante y el abono.
Los bloqueos en el tendido ferroviario han provocado la suspensión de las operaciones de las empresas PeruRail e Inca Rail, de manera que algunos turistas han quedado varados en Ollantaytambo a la espera de que la ruta sea despejada.