El Ayuntamiento de Bilbao no establecerá un autobús fluvial por la ría, después de conocer un estudio de la empresa Ingartek que concluye que dicho sistema «no resulta una alternativa competitiva» y «no mejora la oferta de transporte existente en la ciudad».

Según este análisis, el proyecto planteado requiere una «alta inversión» y exige por normativa una «velocidad comercial muy baja», por lo que «no mejora en exceso los tiempos». Además «no tiene capacidad para atraer viajes de otros modos» y plantea el hándicap de la accesibilidad.

El concejal delegado de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbo, Alfonso Gil, ha comparecido para exponer estas conclusiones y subrayar que «incluso con todas las variables jugando a favor, salía todo en contra».

A 5,5 kilómetros por hora

Una representante de Ingartek que la normativa establece una «velocidad comercial» máxima de navegación de 3 nudos, lo que supone 5,5 kilómetros por hora, mientras que en los desplazamientos andando la velocidad se sitúa alrededor de 4,5 kilómetros por hora, con lo cual el sistema fluvial «no mejora en exceso los tiempos». En su opinión, la oferta de transporte de la ciudad en la actualidad es «muy potente».

El transporte fluvial requería una «alta inversión en vehículos» y «sobre todo, en horas de servicio, porque cada uno de esos vehículos lo tiene que llevar una persona, lo cual requiere de una inversión importante».

El estudio establecía como recorrido «óptimo» que el nuevo sistema circulara por la margen derecha de la ría, llegando hasta el museo Guggenheim y continuando posteriormente hacia Zorrotzaurre, entrado por la zona de Deustu y no por Olabeaga, porque la población residente en la margen derecha es «bastante mayor, la accesibilidad a la infraestructura desde la parte derecha es más razonable y los puntos singulares se localizan en la margen derecha y hay una conexión margen derecha-margen izquierda a través de los puentes».