La aventura de ETS en Ecuador está en vía muerta y sin cobrar su final
Hace diez años Lakua anunciaba que «Euskal Trenbide Sarea redactará el proyecto para la construcción de un tranvía en la ciudad ecuatoriana de Cuenca». Lo hizo y hasta inició su construcción, pero el ayuntamiento local rompió el contrato en 2017 y desde entonces espera un arbitraje.
Durante todo este año 2021, la actividad de la empresa pública Euskotren Participaciones se ha «focalizado» únicamente en «la salvaguarda de los intereses de la Sociedad en respuesta a los acontecimientos habidos en relación con el contrato de las obras del tranvía en la ciudad de Cuenca», en Ecuador. Euskotren emprendió la aventura trasatlántica, a medio contrato se lo rescindieron y ahora está pediente de las resoluciones de la Corte Internacional de Arbitraje, con sede en Chile, que le ha reconocido el derecho a cobrar sus trabajos pero por un cantidad mucho menor a la solicitada.
En diciembre de 2011, hace ya diez años, el Gobierno de Lakua anunciaba con orgullo que Euskal Trenbide Sarea iba a redactar el proyecto para la construcción de un tranvía en la ciudad ecuatoriana de Cuenca. Representantes del ente público y del ayuntamiento conquense firmaron un convenio de colaboración que reportaría unos ingresos de 4 millones de dolares. El plazo de ejecución era de cinco meses.
El contrato se formalizó a través de la empresa pública Euskotren Participaciones en noviembre de 2011 y el proyecto se entregó en agosto de 2012, por el precio de 3.797.500 dólares según la prensa local.
Constitución de CCRC
Con posterioridad, Euskotren Participaciones creó el Consorcio Cuatro Ríos de Cuenca (CCRC) junto a Cycassa (Canteras y Construcciones SA) e Infrainter (Infraestructuras Internacionales SA del Grupo Isolux Corsán SA), para la construcción de la obra civil del tranvía.
Los trabajos le fueron finalmente adjudicados el 24 de junio de 2013, por un valor de cerca de 72 millones de dólares. Según se recoge en su documentación interna, Euskotren Participaciones cuenta con el 51% de participación en el mencionado consorcio. Sin embargo, sólo le corresponde el 3% del total del importe de la adjudicación, puesto que sus labores se corresponden principalmente con la coordinación con el cliente final y la gestión de la calidad de la obra.
Obras paradas en 2016
El 29 de diciembre de 2016 el CCRC tenía que entregar la obra terminada pero no lo hizo. El Consorcio Cuatro Ríos afirma que no abandonó el proyecto y que los atrasos se debieron a la falta de «tramitación del Municipio de las órdenes de trabajo y de los trabajos complementarios que la Ley exige, así como por innumerables incumplimientos de obligaciones contractuales del GAD [gobierno autónomo descentralizado] de Cuenca».
El CCRC pidió un plazo de 487 días para finalizar los trabajos y el inicio de una negociación, como estaba establecido en el contrato. Y ante la falta de acuerdo con la municipalidad recurrió a la Corte Internacional de Arbitraje, con sede en Chile.
Sin embargo, pese a todo, el alcalde Marcelo Cabrera –que por otra parte tenía pendientes pagos del Gobierno para este proyecto de tranvía– les dio el 18 de enero del 2017 un plazo de 10 días laborables para remediar los retrasos en las obras, de lo contrario terminaría el contrato de forma unilateral. Y finalmente es lo que hizo.
Arbitraje internacional
La Corte Internacional de Arbitraje emitió en junio de este 2021 un laudo a su favor declarando que el GAD de Cuenca incumplió el contrato y que el consorció no había suspendido las obras sino aquellos trabajos que no estaban en el contrato.
Pero el laudo llegó con importantes descuentos. El CCRC pedía al Ayuntamiento de Cuenca el pago de 27,5 millones de dolares. La Corte aplica diversos descuentos y dicta que se le paguen 7,7 millones de euros. Por ello, Euskotren Participaciones y sus socios han presentado ante la Corte una solicitud de aclaración del laudo y está a la espera.
Y esa espera será también el principal trabajo de Euskotren Participaciones en 2022.