Maite Ubiria
Aktualitateko erredaktorea, Ipar Euskal Herrian espezializatua / Redactora de actualidad, especializada en Ipar Euskal Herria

Cade saluda el voto antiLGV de la Mancomunidad Vasca

Cade, la coordinadora de organizaciones opuestas a la línea de alta velocidad, se felicita por la «valiente decisión» adoptada, el 18 de diciembre, por la Mancomunidad Vasca, que se niega a apoyar el GPSO.

Victor Pachon, portavoz de Cade, acaricia la estela que recuerda la lucha contra la LGV durante la marcha entre Ahetze y Senpere. (Guillaume FAUVEAU)
Victor Pachon, portavoz de Cade, acaricia la estela que recuerda la lucha contra la LGV durante la marcha entre Ahetze y Senpere. (Guillaume FAUVEAU)

Las organizaciones opuestas al proyecto de línea de alta velocidad que, desde hace tres décadas, sobrevuela sobre Lapurdi realizaron, el domingo, una marcha entre Ahetze y Senpere dentro de su campaña para prevenir del relanzamiento de esa «costosa y destructiva» infraestructura. Al final de la marcha, que se detuvo en la estela que recuerda esa lucha popular, Cade saludó que «se haya quebrado la unanimidad en favor de un modelo de desarrollo que destruye los territorios».

La coordinadora expresaba su preocupación por que el «sí pero» dado por el Departamento de Pirineos Atlánticos, el 16 de diciembre, a la financiación del tramo Burdeos-Dax «se transforme en la obligatoriedad bien real de tener que pagar todas las fases posteriores del GPSO como se contempla en el artículo 3 del protocolo de financiación».

En tono netamente más positivo, Cade elogiaba «la valiente decisión» adoptada por la Mancomunidad Vasca, que, a su juicio, «constata que el mundo ha cambiado y que se impone la necesidad de dirigirse hacia un modelo más sobrio y solidario».

La coordinadora cuenta con seguir adelante con su trabajo para concienciar a la ciudadanía de los perjuicios de una infraestructura cuyos impulsores siguen promocionando en base a a argumentos que, informes oficiales en mano, las asociaciones desmienten desde hace años.

Cade carga en su comunicado contra el presidente de la Región Nueva Aquitania, el socialista Alain Rousset, a cuya «vanidad» achaca la insistencia en «imponer» un proyecto que, aunque según lo expresado por algunos consejeros favorables a la obra –como el alcalde de Angelu, Claude Olive– «va solo hasta Dax», vería su viabilidad comprometida si no asegurara la conexión con la muga.

En el Consejo de la Mancomunidad Vasca, que rechazó el pasado sábado, por 144 votos en contra, 41 a favor y 18 abstenciones, el plan que implicaba aportar 45,8 millones (sin cargas fiscales) a la nueva expansión de la alta velocidad, la también angeluarra Sandrine Derville, vicepresidenta regional, abonó un argumento clásico como es el uso mixto pasajeros-mercancías. Hizo alusión para ello al tapón que se produciría en la muga por un fuerte aumento de pasajeros y mercancías que ligó a «la llegada en 2028 de la ‘Y vasca’». Y barajó luego la idea de que una «tasa carbono» permitiera acelerar el paso de las mercancías del camión al vagón.

Un argumento sensible al que se agarra también la web corporativa lgv2030.fr. En un folleto incluido en esa web se defiende que el balance carbono será positivo en 10 años gracias al «previsible traspaso» de pasajeros que ahora se sirven del coche o del avión. La previsión oficial dice que se ahorrarán 7,7 millones de desplazamientos en automóvil particular a la conclusión del proyecto y que habrá dos millones menos de viajes en avión.

Camiones de la A-63

Unas prospecciones que, en el debate de la Mancomunidad, quedaron en evidencia, dado que informes oficiales censuran que «se sobrevaloren los datos de uso y se infravaloren los costos» cara a convencer de la «necesidad» de seguir construyendo costosos trazados de alta velocidad. En todo caso, lo que sorprende es que en esa web oficial se prometa «reducir «entre un 3% y 18%» esa cifra de 10.000 camiones que llegan vía A-63 a Biriatu cada día gracias a la incidencia de un proyecto ferroviario que no figura en el GPSO, aunque en ese plan se indique que «llegado el momento, Francia y España coordinarán los trabajos de la nueva línea entre Dax y el sur de San Sebastián».