La mayoría de previsiones, incluso las más optimistas, se están quedando cortas ante las cifras de vértigo alcanzadas en la recaudación mundial por ‘Spider-Man: No Way Home’. Ni que decir tiene que es ya de largo la película más taquillera de la era pandémica, pero es que se coloca como la terecera más vista en toda la historia, superando así a la inmensa mayoría de estrenos comerciales de antes del estallido de la crisis vírica.

Para que esto sea posible se están dando porcentajes de entradas vendidas totalmente anómalos, oscilando entre el 85 y el 90% de espectadores que eligen ver dicha película entre todas las de la cartelera navideña, con lo que está relegando al resto de títulos a morir en el intento como la mosca atrapada en la tela de la araña.

Se comprende la felicidad del sector de la exhibición porque un estreno está por fin generando unos números de récord histórico, pero el de la distribución no puede estar igual de contento, en vista de que Sony se lo está llevando todo. Y la única explicación, que es la misma aplicable al fenómeno mediático post-mortem de la actriz Verónica Forqué, está en las redes sociales. De ellas, y solo de ellas, depende hoy en día el éxito de cualquier lanzamiento, ya sea de un producto audiovisual o de un personaje real o de ficción. La spidermanía se ha disparado a raíz de los comentarios y especulaciones en Internet sobre un trailer con spoilers.