Decenas de manifestantes han resultado heridos este viernes durante una nueva jornada de protestas contra el golpe de Estado del pasado 25 de octubre y la cúpula militar que está al mando de Sudán.
Miles de sudaneses convocados por los denominados comités de resistencia, quienes organizan las principales marchas en Sudán, han tomado las calles de la capital, Jartum, y otras localidades del país a grito de "El poder es para el pueblo, los militares a los cuarteles" y "El Estado es civil y no militar".
En Jartum, más de 5.000 personas se han concentrado frente al Palacio Presidencial, donde se encuentra la residencia del presidente del Consejo Soberano y líder militar golpista, Abdelfatah al Burhan.
Las fuerzas de seguridad han lanzado gases lacrimógenos y bombas de sonido para dispersar a las multitudes, que se han aproximado a la puerta sur del edificio.
El líder de los comités de resistencia en Jartum, Abas Al Taer, ha señalado a Efe que más de 30 manifestantes han resultdo heridos por el impacto de botellas de gas lacrimógeno, y muchos otros presentan problemas respiratorios.
La Asociación de Profesionales de Sudán, uno de los principales grupos opositores en el país, ha denunciado en un comunicado que las fuerzas de seguridad «han utilizado violencia excesiva contra los manifestantes».
Jartum, una ciudad sitiada
Ante la convocatoria de protestas, las autoridades cerraron anoche los principales puentes que conectan Jartum con otras localidades con contenedores, barreras de cemento y alambradas, constató Efe.
Asimismo, desde primera hora de la mañana, han cortado todas las comunicaciones en el país, algo que ha confirmado el portal de monitoreo NetBlocks, a través de Twitter.
Desde el golpe de Estado de hace dos meses, los sudaneses han protagonizado decenas de manifestaciones multitudinarias, la última de ellas hace dos días, cuando cientos de mujeres sudanesas tomaron las calles para condenar los casos de agresión sexual y violaciones cometidos por las fuerzas de seguridad contra manifestantes.