El parón navideño no ha podido con las dinámicas de Eibar y Sanse, que regresan a la competición como la dejaron. Los azulgranas, con una victoria imperfecta que les mantiene en ascenso directo en este arranque de la segunda vuelta –y alejando de paso a la Ponferradina, que ha perdido en Oviedo–, y el filial donostiarra, encajando su sexta derrota consecutiva en un partido en el que ha tenido juego y coraje pero en el que le ha faltado resolución en las área y un poquito de fortuna. Lo de siempre, vamos. El Eibar ha sido mejor en la primera parte, en la que se ha adelantado con los goles de Blanco Leschuk y Blasco en propia puerta pero el gol de Magunazelaia al minuto y medio de entrar al campo ha premiado la reacción de los txuri-urdines, que han llegado a neutralizar el marcador con un tanto de Blasco pero que han visto cómo Expósito les dejaba sin premio a punto de agotarse el tiempo reglamentario.
El repaso a onces y banquillos ha entretenido la previa de un encuentro marcado por las numerosas ausencias. El Eibar lo ha afrontado con muchas bajas y el Sanse con una lista aún más interminable que de costumbre. Franchu, Aketxe, Sielva, Venancio –que ya se habían perdido los últimos partidos por sanción–, Cantero, Sergio y Corpas son los azulgranas que han tenido que seguir por televisión un partido para el que Gaizka Garitano citaba a dos jugadores del filial, el exportero del Sanse Ruiz Zeberio y Troncho. Por parte visitante, lesiones, covid y necesidades del primer equipo dejaban a Xabi Alonso sin siete futbolistas (González de Zarate, Roberto López, Zubiaurre, Djouahra, Lobete, Turrientes y Pacheco, además de Peru Rodríguez), lo que provocaba la presencia ocho jugadores del C en la convocatoria: los más habituales Magunazelaia, Gabilondo –titular en el lateral zurdo– y Zoilo, además de Marín y, por primera vez, Egoitz Arana, Alberto Dadie y Jorge Agirre, que ha disputado los últimos minutos.
El partido se ha roto nada más empezar. El Eibar ha salido a comerse a su rival y, antes de cumplirse el minuto y medio, la presión en el área ha permitido que Toño recuperase el balón, lo colgara desde el vértice y Blanco Leschuk firmara el 1-0 con un cabezazo imparable. Poco ha faltado para que el Sanse empatara de inmediato, con una acción de Olasagasti, cuyo doble remate en el área se ha encontrado con Atienza para acabar en córner. En un primer tramo de toma y daca, los locales respondían con una triple ocasión que ni Leschuk ni Stoichkov ni Quique conseguían convertir en el segudo. Sí ha marcado Karrikaburu, tras un gran pase de Pokorny en profundidad, que ha permitido al navarro entrar solo en el área, sortear a Yoel y anotar casi sin ángulo. Pero el árbitro, avalado por el VAR, lo ha anulado por un fuera de juego tan ajustado que no lo ha parecido.
Aunque el Eibar ha sido mejor a partir de ese momento e incluso ha ampliado su ventaja, las dos mejores ocasiones hasta el descanso han sido para su rival. A la media hora, Karrikaburu enviaba al palo un centro de Gabilondo y diez minutos después, Garrido enviaba a las nubes un balón en boca de gol tras el despeje en corto de Yoel a disparo de Olasagasti. Antes de ese nuevo uy, había llegado el segundo de los armeros, con un gran balón de Expósito para el centro de Leschuk, que Blasco acababa empujando a su portería.
La segunda parte ha arrancado con un cambio. Correa sustituía a Quique para colocarse en el centro de la zaga con Burgos y Arbilla, enviando a Stoichkov a la derecha y a Expósito a la izquierda. Además de los nombres y el dibujo, también ha cambiado el partido. No le ha sentado bien el movimiento al Eibar, que no sólo no generaba peligro, sino que era incapaz de frenar la reacción de su rival.
A punto de cumplirse la hora, Magunazelaia entraba al campo y minuto y medio después reducía distancias. Sangalli enviaba un balón para que el eibarrés, colándose entre Toño y Arbilla, cruzara el 2-1 ante Yoel. Lo anulaba el árbitro en primera instancia por fuera de juego pero esta vez han corregido su decisión desde el VAR.
El gol ha acabado de convencer a los donostiarras y ha desquiciado a su anfitrión, que veía repetirse la historia de su último partido en casa, cuando el Málaga también le levantó la ventaja en el segundo tiempo para acabar llevándose un punto que incluso le supo a poco. El Sanse ha encontrado una autopista por su banda derecha y por allí ha llegado también el 2-2. Aldasoro abría para el centro de Gabilondo y Blasco se desquitaba del autogol marcando el empate en el segundo palo.
Quedaba muy poco tiempo y nadie apostaba por que el gol, de llegar, lo hiciera en la portería de Ayesa. Pero si algo tiene el Eibar es precisamente lo que le falta al Sanse. A punto de cumplirse el noventa, Fran Sol forzaba un córner y el rechace llegaba a la frontal para que Expósito anotara desde la frontal con un tiro raso el definitivo 3-2.
Eibar: Yoel; Tejero, Burgos, Arbilla (Etxeita, min.82), Toño; Javi Muñoz, Atienza (Llorente, min.84); Quique (Correa, min.46), Expósito, Stoichkov (Fran Sol, min.82); y Blanco Leschuk (Rahmani, min.69).
Sanse: Ayesa; Gabilondo (Jorge Agirre, min.92), Blasco, Arambarri, Martín; Sangalli (Martón, min.92), Pokorny (Aldasoro, min.69), Olasagasti; Garrido (Magunazelaia, min.57), Karrikaburu y Navarro (Alkain, min.69).
Árbitro: De la Fuente Ramos (Castilla y León). Amarillas a Blanco Leschuk (52’), Javi Muñoz (66’), Stoichkov (60’); Blasco (29’)
Goles: 1-0, min.2: Blanco Leschuk. 2-0, min.31: Blasco, en propia puerta. 2-1, min.60: Magunazelaia. 2-2, min.81: Blasco. 3-2, min.89: Expósito.
Incidencias: 4.105 espectadores en Ipurua.