«Merezi dugulako» es el lema escogido por el sector sidrero de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa para la nueva temporada. Una vez más, las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia condicionarán la manera de probar la nueva sidra. Según ha explicado en la presentación que ha tenido lugar hoy en Donostia la técnica Olatz Mitxelena, hasta el 28 de enero, cuando estará vigente el último decreto del Gobierno de Lakua, habrá que tomar la sidra sentados y se utilizarán jarras o botellas transparentes que tendrán la información correspondiente para que el cliente sepa el número de la kupela y las características de la sidra que está degustando.

Durante la comida o cena, el consumidor podrá levantarse a rellenar la jarra y con la ayuda del sidrero podrá recoger la bebida de la kupela que el grupo quiera degustar o que el productor recomiende. Eso sí, el consumo deberá ser sentado en la mesa.

En función de la evolución de las condiciones sanitarias, este protocolo podrá cambiar. Según ha recordado Mitxelena, en estos dos años se han ido adaptando a los decretos y normativas tratando de ofrecer una experiencia atractiva al consumidor. En este sentido, ha querido agradecer la respuesta que han recibido de la clientela y ha recordado que las sidrerías son espacios amplios que permiten respetar las distancias y disfrutar de la experiencia de una manera segura.

Este año, además, algunas sidrerías ofrecerán catas guiadas antes de la comida o de la cena, atendiendo a la demanda de la clientela.

Junto a ello, se ha puesta en marcha la tienda online de Euskal Sagardoa y se ha habilitado un sistema para reservar mesas en las sidrerías mediante un click.

Aumento del precio entre un 10% y un 20%

Unai Agirre, coordinador de la Denominación de Origen Euskal Sagardoa, ha señalado que la sidra experimentará un incremento del precio de entre un 10% y un 20%. A las dificultades derivadas de la pandemia se ha unido el aumento de los costes de manzana, vidrio, cartón o electricidad. Agirre ha destacado que el incremento del precio también responde a la estrategia de garantizar la rentabilidad de la sidra y el futuro de las sidrerías.

«La sidra es un negocio que combina la agricultura local, la hostelería local y la distribución local. Promueve la economía local, generando puestos de trabajo y riqueza. Pero la sidra, para ser viable, necesita un precio justo. A la sidra hay que darle el reconocimiento y el valor que merece. Porque la sidra se lo merece. Merecemos una bebida que merezca la pena y merecemos una bebida de calidad basada en un potente sector primario», ha añadido.

Una gran cosecha

La cosecha de 2021 ha sido muy buena para la Denominación de Origen Euskal Sagardoa, alcanzando, según ha explicado Agirre, los cinco millones de kilos recogidos en las 250 explotaciones inscritas y un total de 3,5 millones de litros de sidra. Se trata de unos parámetros que triplican los de años anteriores. Agirre ha explicado que, además de tratarse de un bueno año para la manzano, los árboles plantados recientemente han comenzado a producir.

Sobre las características de la sidra de este año, Agirre ha precisado que es complicado señalar una común debido a la diversidad existente de una explotación a otro e incluso dentro de la misma sidrería, pero ha señalado que, en general, es ligera, aromática y con menos grado alcohólico que la del año pasado.