El ultraderechista Éric Zemmour, candidato a la presidencia de la República francesa en las elecciones de abril, ha sido condenado este lunes por incitación al odio racial, tras unas declaraciones de 2020 en las que tachó a los menores no acompañados de «ladrones, asesinos y violadores».

Zemmour, cuarto en las encuestas con el 15% de las intenciones de voto a tres meses de los comicios, se convirtió en el fenómeno de la primera parte de la campaña, cuando su candidatura despertó un enorme entusiasmo entre los círculos de la extrema derecha, que se ha ido enfriando posteriormente.

La de hoy es la tercera condena contra el experiodista y escritor por esos mismos cargos. En el origen de esta causa está la denuncia de 22 consejos departamentales, entre ellos el de Pirineos Atlánticos, contra Zemmour. Corresponde a los departementos la competencia del cuidado de los menores extranjeros no acompañados. Hoy, quince de ellos han considerado como «una victoria contra la democracia» la sentencia contra Zemmour.

En esta ocasión, el Tribunal Correccional de París le ha impuesto una multa de 10.000 euros, después de que una treintena de asociaciones humanitarias denunciaran unas palabras que pronunció en el programa de televisión que hasta finales de 2020 tenía en la cadena de información CNews, propiedad del multimillonario Vincent Bolloré.

Ausente del tribunal, al igual que en noviembre pasado durante la vista oral, Zemmour ha emitido un comunicado en el que ha mostrado su intención de recurrir y ha acusado a los jueces de «ceder a los caprichos» de las asociaciones humanitarias.

«Es una condena ideológica y estúpida», ha dicho, antes de denunciar «una pena a un espíritu libre impuesta por un sistema judicial invadido por las ideologías».

Insiste en la criminalización

En declaraciones a la prensa, Zemmour ha considerado ridículo que se le condene por odio racial «cuando los menores no acompañados no son una raza». Además, ha asegurado que son «responsables del 96% de los robos de móviles en Francia».

«Creo que la mayor parte ni son menores, ni están aislados: les envían sus padres a robar», ha dicho.

Tras un atentado contra la antigua redacción de ‘Charlie Hebdo’ en setiembre de 2020, Zemmour cargó contra los menores no acompañados: «No tienen nada que hacer aquí, son ladrones, asesinos, violadores, es todo lo que son. Hay que expulsarles, no deberían ni venir (...) es una invasión permanente, hay un problema político con la inmigración».

Ese tipo de declaraciones polémicas han ocupado buena parte de sus intervenciones públicas desde que a finales del año pasado anunció su candidatura a las presidenciales.

Tras varias semanas en las que incluso se barajó con sus opciones de superar la primera vuelta, en los últimos días los sondeos le sitúan en cuarta posición, por detrás del actual presidente, Emmanuel Macron, que lidera los sondeos con más del 20% de los sufragios, y de la ultraderechista Marine Le Pen y la conservadora Valérie Pécresse, que empatan con el 16%.

Zemmour ha sido acusado en una decena de ocasiones por incitación al odio racial, delito por el que en dos ocasiones ha sido condenado.

El jueves próximo será de nuevo juzgado en apelación tras haber sido absuelto en primera instancia por negación de crímenes contra la humanidad, tras haber sostenido en su programa de CNews en 2019 que el mariscal Philippe Pétain, que colaboró con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, «salvó» a judíos franceses.

En el Estado francés, la negación de crímenes contra la humanidad vinculados al holocausto es delito.

Además, el próximo día 27 deberá comparecer por la denuncia de varios cineastas que le acusan de haber utilizado sin permiso imágenes suyas para el vídeo en el que anunció su candidatura a la presidencia.

Zemmour ha acusado al resto de la clase política de querer «atemorizarle con la Justicia» porque es el «único que denuncia la situación de invasión» que vive el Estado francés.