La acusadora puede terminar sentada en el banquillo. El magistrado del juzgado de instrucción número 29 de Barcelona ha emitido un auto en el que concluye que el exdiputado de JxCat en el Parlament catalán Eduard Pujol fue acusado «falsamente actos de agresión» por parte de una mujer que utilizó métodos de «presión, amedrantamiento y difamación» para que él no rompiera la relación personal que mantenían.
 
El juez ha dado por concluida la investigación y continúa la tramitación de la causa, dando un plazo de diez días al Ministerio Fiscal y a las acusaciones personadas para la apertura de juicio oral formulando el correspondiente escrito de acusación, o bien para el sobreseimiento del proceso.

A raíz de esas acusaciones, y de las de una segunda mujer, Pujol abandonó su cargo como portavoz parlamentario de JxCat y dejó el partido, que el pasado mes de junio pidió perdón al exdiputado y le devolvió el carné, al constatar que ninguna de las dos supuestas víctimas había presentado denuncias contra él.

El juez, en su auto, esgrime que del resultado de las diligencias de investigación practicadas «se desprende que los hechos objeto de las mismas pudieran ser constitutivos» de delitos, imputables a E.R., la mujer que acusó de acoso sexual a Pujol, «aprovechando» su condición de diputado en la Cámara catalana.

Según el juez, la mujer inició el 19 de febrero de 2019 «acciones de presión, amedrantamiento y difamación contra él a través de mensajes que le dirigía por WhatsApp y publicaciones en redes sociales», para que el exdiputado «no decidiese terminar la relación personal entre ellos».

Unos 3.400 mensajes

El auto recoge estas «acciones de presión» y constata que hasta finales de 2019 la mujer le envió unos 3.400 mensajes –aportados por el propio Pujol–, tales como «¿Tienes miedo?», «Tendrás un día movido», «Hoy el que no dormirás serás tú» o «Colgaré una foto tuya», entre otros, que acompañaba con las imágenes que le anunciaba iba a publicar en redes como lnstagram.

Con estas «acciones de presión», apunta el magistrado, la mujer conseguía su propósito de mantener nuevos encuentros con el exdiputado, a los que este accedía para pedirle que retirase las conversaciones privadas e imágenes que ella publicaba con «voluntad de amedrantamiento y difamación».

Además, según el juez, a partir de 2019 E.R comenzó a «presentarse en tales publicaciones como una víctima» de Pujol, «imputándole falsamente actos de agresión», y después, en octubre de 2020, se personó en la sede de JxCat afirmando que «había sido objeto de acoso sexual».

A raíz de estos hechos, y si bien la mujer nunca interpuso denuncia policial o judicial contra Pujol, este dimitió de su cargo como portavoz parlamentario y de su condición de diputado.

La justicia también mantiene abierta otra causa contra N. L, una mujer que también denunció acoso, y que está siendo igualmente investigada por injurias y calumnias.