Balaídos seguirá siendo terreno vedado para un Osasuna que no gana en el campo celtiña desde hace más de 15 años y que no ha hecho méritos para romper esa mala racha, más allá de un buen primer cuarto de hora de partido.
Los pupilos de Jagoba Arrasate se han visto superados por la mayor calidad técnica y eficacia del conjunto local, a diferencia de un equipo navarro que no ha estado nada fino en la construcción y tampoco en el remate.
La escuadra navarra ha ido claramente de más a menos. Ha perdonado y lo ha acabado pagando. Tras un inicio esperanzador en el que incluso Budimir ha estrellado un balón en el larguero en el minuto 9, los de Jagoba Arrasate han ido perdiendo el control del medio campo y permitiendo que el Celta tocase con soltura.
Los rojillos han comenzado a ser mucho menos precisos en sus combinaciones, con pérdidas tan peligrosas como un balón atrás de Kike Barja que ha tenido que sacarlo apuradamente Herrera y ello han acabado pagándolo. Los anfitriones han comenzado a romper la telaraña visitante con constantes movimientos de sus futbolistas de ataque.
Así, una diagonal de Hugo Mallo ha puesto en ventaja a los de Coudet. El lateral derecho ha realizado una pared con Cervi, quien le ha devuelto la pelota a la media luna, desde donde ha engachado un zurdado ante la pasividad de la zaga visitante y sin que Herrera consiguiese despejar.
El 1-0 ha asentado el estilo celtiña y desconcertado a Osasuna, que ya no ha sido el mismo, sin claridad en la salida de balón y dominado por su rival, que ha puesto todavía más tierra de por medio en el minuto 38. En esta ocasión, la jugada se ha fraguado por la izquierda, donde los gallegos han hecho lo que han querido –tacón incluido de Denis Suárez– hasta centrar el esférico al área pequeña, donde Santi Mina se ha adelantado a Juan Cruz.
Una primera parte en la que, quitando el primer cuarto de hora, la calidad y eficacia celeste ha acabado imponiéndose a un cuadro navarro que ha llegado tarde a los balones divididos y que ha sido incapaz de hallar claridad con el cuero ante la presión de su rival, lo que le ha forzado a cometer numerosas imprecisiones.
Más corazón que cabeza
Obligado por las circunstancias, el bloque rojillo ha salido tras el descanso dispuesto a hacerse con el control del balón e intentar llegar al área celtiña, pero la realidad es que el peligro sobre el marco de Dituro ha brilado por su ausencia, sin que el guardameta haya tenido que realizar ninguna gran intervención, más allá de interceptar un centro raso desde la izquierda.
Ha facilitado también la posesión navarra el que el Celta se ha acomodado en propio campo, gestionando su gran ventaja en el luminoso y defendiendo con mucho orden las acometidas visitantes, que se han fabricado más con el corazón que con la cabeza.
A la vista del escaso rendimiento en los últimos metros, Arrasate ha movido el banquillo dando entrada a Kike García y Chimy Ávila, que han generado una media ocasión, pero el toque de cabeza del conquense no ha ido más allá del despeje de la defensa gallega.
Osasuna ha insistido en un juego horizontal, sin la profundidad necesaria para sorprender a su contrincante, con la única noticia reseñable del debut de Iker Benito, que se ha llevado una amarilla en su estreno. El equipo navarro no ha sabido encontrar espacios ni tampoco superar la contundencia aérea de Aidoo y Araujo, con lo que ha regresado de vacío de Vigo.
Arrasate: «El 1-0 nos hizo mucho daño»
Arrasate ha reconocido que «el 1-0 nos hizo mucho daño», lance en el que «no estuvimos afortunados». Tampoco en el segundo tanto celtiña, «que es un error grave nuestro, porque podemos defender mejor». A su juicio, el 2-0 «fue clave, porque ahí se nos fue el partido».
Para el preparador de Berriatua, los anfitriones han sido «más efectivos», después de que «entramos mejor que el Celta, la primera media hora es nuestra y tuvimos alguna ocasión para adelantarnos». «Es difícil de explicar que, sin hacer un mal partido, te vayas con 2-0 en contra».
Arrasate se ha quejado de que el colegiado Cordero Vega permitiese que Hugo Mallo, autor del primer gol, continuase en el terreno de juego «con sangre». «Llevaba cinco minutos sangrando y la norma dice que tiene que salir. Había hecho un remate anterior y luego hace el gol, por eso te da mucha rabia».
Por otro lado, Osasuna ha hecho público el trapaso de Jaume Grau al Zaragoza, quien no abonará cantidad alguna por la operación. Si que deberá pagar medio millón de euros, en caso de que el club maño ascienda a Primera. El futbolista valenciano no ha terminado de entrar en los planes de Arrasate, después de realizar una campaña notable el curso pasado en calidad de cedido en el Tondela, de la liga portuguesa.