En la presentación, Jordi Salvador (ERC), Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Mireia Vehí (CUP) y Nestor Rego (BNG) han subrayado que están de acuerdo con la necesidad de abordar aspectos como la temporalidad y la precariedad, tal y como se ha recogido en el pacto entre el Ejecutivo, la CEOE y los sindicatos UGT y CCOO, pero consideran que lo suscrito «es totalmente insuficiente» y «no constituye la derogación de la reforma laboral del 2012».
«Nuestro objetivo es transformar el mercado de trabajo hacia un nuevo marco realmente garantista y respetuoso con los derechos laborales de los y las trabajadoras del Estado, así como con la realidad socioeconómica y sindical de las naciones que lo componen», han remarcado.
Como preámbulo, estas cuatro formaciones han reivindicado que la reforma se tramite como proyecto de ley. En ese marco, el primer punto que reclaman es la «la prevalencia y prioridad aplicativa de los acuerdos y convenios colectivos provinciales y autonómicos, así como el blindaje jurídico de los Acuerdos Interprofesionales autonómicos donde efectivamente estos existan».
Asimismo, en el texto se pide que se recupere «la necesaria autorización administrativa de la autoridad laboral en el control de los despidos colectivos a través de los Expedientes de Regulación de Empleo, recuperando para ello las causas objetivas previas a la reforma laboral del 2012».
«Indemnización por despido improcedente»
El tercer y cuarto punto que plantean es que «se especifiquen medidas para atajar la precariedad y las posibilidades de descuelgue salarial» y que se recupere «la indemnización por despido improcedente, incrementando su cuantía a los 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades».
También se reclama que se recupere «la prioridad aplicativa de los convenios sectoriales sobre los de empresa» y que se restauren «las limitaciones de las empresas para la movilidad geográfica colectiva».
Finalmente solicitan que se incluyan en el nuevo texto «propuestas orientadas a la reordenación del tiempo de trabajo y la reducción de la jornada laboral, para facilitar la conciliación de la vida laboral y personal así como el reparto del empleo y el trabajo».
Sanchez pide que se apoye la reforma
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha pedido este jueves a los partidos que apoyen «una buena reforma laboral» para acabar con la temporalidad de los trabajadores y de los jóvenes, ya que un tercio de los contratos «tienen una duración inferior a cinco días». «Con esos contratos, ¿cómo van a poder hacer una previsión de vida o cómo se van a emancipar?», ha señalado.
«Les pediría a los legisladores que la apoyen, es una buena reforma laboral», ha dicho Sánchez en un acto con jubilados en Alcalá de Henares (Madrid) para explicarles la reforma de la Seguridad Social.
Sánchez ha hecho estas afirmaciones después de que ERC haya hecho un ultimátum para que Madrid se comprometa a hacer «cambios sustanciales», aunque no ha precisado la vía para modificar la nueva legislación laboral.
«Si no se hace como proyecto de ley, tendremos que hacer un acto de fe en el que hacen faltan más partidos», ha aseverado el diputado de ERC Jordi Salvador, uno de los negociadores del partido republicano en rueda de prensa en el Congreso.
Sánchez espera que la reforma laboral sea convalidada en el Congreso de los Diputados a principios de febrero «para nuestros trabajadores y sobre todo nuestros jóvenes».