«Bastante tenemos con preocuparnos de lo nuestro», ha comentado Alex Mumbrú en su alocución semanal, ya que en el seno de Surne Bilbao Basket afrontan el partido del domingo en Miribilla frente a Unicaja con una baja garantizada por covid-19 y a la espera de que las pruebas PCR complementarias no obliguen a volver a retrasarse este partido, tal y como sucediera el pasado mes de diciembre.
Pero lo cierto es que la visita del cuadro malagueño a Bilbo viene cargado de morbo, porque peligra el puesto de fotis Katsikaris al frente del banquillo andaluz, un Fotis Katsikaris que, si alguna vez ha brillado en un banquillo de la Liga ACB, ha sido en Bilbo, alcanzando la finalísima de la ACB 2010/11 y de la Eurocup 2012/13.
Unicaja es uno de los grandes de la Liga ACB, no en vano en un club que tiene en sus vitrinas la Liga de la campaña 2005/06, la Copa de 2004/05 y su condición de finalista en la Liga ACB de 1994, 2002 y las finales de Copa de 2009 y 2020. Pero el pasado no sirve para ganar partidos y, de hecho, en la última jornada liguera caía por 82-87 ante Valencia Basket y durante la semana ha caído en casa ante el cuadro rumano del Cluj Napoca en la liguilla de Top 16 de la Basketball Champions League. Para más inri, en el duelo de la BCL el conjunto malagueño ha perdido al exjugador de Bilbao Basket Micheal Eric, que se rompía el cruzado de la rodilla derecha.
«No sé lo que se juega él –Katsikaris–, sé lo que nosotros nos jugamos. Nos vamos encontrar a un equipo que vendrá con el cuchillo entre los dientes y tendremos que estar preparados para jugar contra un Unicaja duro», ha añadido un Alex Mumbrú que conoce muy bien al preparador heleno, ya que ambos coincidieron en Bilbao Basket en los mejores días de los hombres de negro en la élite, incluyendo una temporada en la Euroliga, en la que alcanzaron los cuartos de final, llegando a eliminar a Saski Baskonia y cediendo por 3-1 en la previa a la Final Four contra el CSKA de Moscú de Kirilenko, Khryapa, Krstic, Siskauskas, Shved o Teodosic.
Pero el tiempo ha pasado para todos y la carrera de Fotis Katsikaris al frente de los banquillos no ha vuelto a esos niveles de brillantez, mientras que Alex Mumbrú ha conocido los peores momentos de Bilbao Basket desde que llegara a la élite, aunque en estos momentos parece vivir un pequeño respiro deportivo.
«Si con estas victorias nos viniéramos arriba, seríamos bastante tontos», ha advertido el preparador badalonés, sabedor de que en el conjunto andaluz hay jugadores con experiencia con la camiseta bilbaina como Axel Bouteille –alero que se fue a Unicaja en febrero de 2020 después de brillar con los hombres de negro– o Alberto Díaz –cedido en su momento, con Alex Mumbrú aún vestido de corto–, o del talento del donostiarra Darío Brizuela –quien siempre brilla ante Bilbao Basket–, entre otros.
Sea como fuere, en esos momentos Bilbao Basket supera a Unicaja en la clasificación, ya que suma un balance de 8-9 –partiendo de haber perdido sus cinco primeros partidos– por 7-9 de los andaluces. Los hombres de negro siguen aferrados a su objetivo de garantizar la permanencia cuanto antes, mientras que Unicaja, ya que ha perdido la opción de disputar la Copa, no puede permitirse quedar fuera de los play-offs por el título.
Por ende, aunque es posible que Fotis Katsikaris sea recibido entre aplausos en la presentación de Unicaja, en caso de triunfo bilbaino puede vivir su adiós a su condición de entrenador de Unicaja.