El calendario dictaba que ambas celebraciones festivas, muy apreciadas por los vecinos y vecinas de la capital guipuzcoana, tuvieran lugar en este próximo fin de semana, pero el pasado 21 de enero el Consistorio planteó retrasarlas un par de semanas, con la esperanza de que la sexta ola del covid remitiera en su virulencia para esa fecha.

Unos días después, la Primitiva Comparsa de Caldereros –una de las dos que desfilan por Alde Zaharra– anunció que no tomaría parte, al entender que «no se dan las condiciones sanitarias para los ensayos» ni tampoco para desfilar.   

El Ayuntamiento puso en su día una serie de condicionantes como limitar la actividad «a la realización del desfile, sin paradas en bares o similar, sin concentraciones en plazas-, intentando mantener la distancia social, y llevando en todo momento la mascarilla cubriendo boca y nariz».

Más adelante

La Primitiva entendía que estas restricciones «desnaturalizarían la fiesta y la convertirían en una mera cabalgata», por lo que abogaron por estudiar más adelante una nueva fecha y que y la celebración «pueda adecuarse todo lo posible a la antigua normalidad», lo que conlleva que se realice «en el formato conocido y con todos los colaboradores habituales».

Otras comparsas de diferentes barrios –Caldereros de Gros, Amarakaldek y hoy mismo Antiguako Pilotazaleok– han anunciado que tampoco saldrán, por lo que finalmente sera solo la Comparsa Tradicional, la otra que actúa en la Parte Vieja, la que desfile el día 19.  

En cuanto a Inude eta Artzainak, son dos las comparsas –Kresalako Inude eta Artzainen Konpartsa y Antiguotarrak Euskal Dantza Taldea– las que están dispuestas a desfilar el domingo 20.