Maite Ubiria

14,6 millones de personas están en situación de fragilidad habitacional en el Estado francés

La Fundación Abbé Pierre ha hecho público hoy su informe anual sobre la situación de las personas que o no tienen un techo o viven en un alojamiento insalubre. Los cinco años de mandato de Emmanuel Macron se cierran con 4 millones de ciudadanos sin una vivienda digna.

Panorámica de Baiona con Hauts-de-Sainte-Croix al fondo. Las torres de viviendas sociales fueron concebidas en 1964 por el arquitecto Brauer.
Panorámica de Baiona con Hauts-de-Sainte-Croix al fondo. Las torres de viviendas sociales fueron concebidas en 1964 por el arquitecto Brauer. (Bob EDME)

La Fundación Abbé Pierre ha publicado este 2 de febrero su informe número 27 en el que se constata que en el contexto de la crisis sanitaria «se ha acelerado una precarización de capas completas de la población con consecuencias visibles en la deficiencia de vivienda».

Jóvenes que no pueden independizarse, barrios populares marginalizados, hogares afectados por el aumento de los alquileres y los costos de la energía, saturación de los servicios sociales… «la crisis de la vivienda genera una honda fractura en nuestra sociedad», resume la fundación francesa que se ocupa desde hace 30 años de la situación de las personas sin hogar.

Este organismo estima que en el Hexágono hay actualmente 4 millones de personas que o no disponen de un techo o viven en un hogar insalubre.

Sin embargo, la amenaza se extiende mucha más allá, ya que 14,6 millones de ciudadanos ven hoy su situación seriamente fragilizada en razón de la crisis de la vivienda.

La Fundación Abbé Pierre hace un balance ciertamente sombrío de la presidencia de Emmanuel Macron. Así, asegura que «las decisiones presupuestarias y fiscales adoptadas desde 2017» han ahondado en las desigualdades y las políticas de vivienda no han arrojado mejores resultados cara a corregir tendencias.

«Este mandato se acaba muy lejos de las promesas de lograr un gran impacto en la oferta de viviendas y de dar prioridad al alojamiento básico», se expresa en el informe. De hecho, el quinquenio de Macron se cierra con 300.000 personas sin un domicilio estable.

«Los pobres, los olvidados del quinquenato»

La conclusión del organismo social es que «los pobres han sido los grandes olvidados» durante el Gobierno de Emmanuel Macron.

La fundación censura que en materia de políticas de lucha contra la pobreza se fije casi exclusivamente la atención en soluciones de urgencia, mientras se aplican recortes en ayudas al pago del alquiler (APL) o no se renueva el parque de viviendas sociales (HLM).

La yuxtaposición de una pandemia y una crisis de vivienda que viene de lejos ha dado como resultado, indica el informe, «un agravamiento de la fractura social».

«La reducción de la oferta de viviendas sociales, con 80.000 asignaciones menos en el parque de HLM en 2020 y una caída a niveles de hace 15 años en la construcción de nuevas viviendas ha generado un bloqueo de gran amplitud profundizando una crisis de cuya dimensión no parecen percatarse los responsables políticos» escribe la Fundación Abbé Pierre en ese balance en el que de incide en la paradoja de que «mientras los periodos de confinamiento han remarcado el papel esencial de la vivienda no se preste atención a esa prioridad en el plan de relanzamiento presentado en otoño de 2020».

Aumento de alquileres en un 154%

El informe recopila datos esclarecedores como que el numero de personas sin hogar (SDF) se haya duplicado desde 2012 o que el pasado invierno aumentaran en un 30% las llamadas a servicios de urgencias por la falta de plazas en albergues.

Solo en la llamada Francia metropolitana –sin evocar la situación social en territorios coloniales, de por sí más deteriorada– se produjeron entre el otoño de 2020 y el de 2021 una media de 472 desahucios diarios, en la mayoría de los casos sin aportar una alternativa habitacional.

«El precio de los alquileres no ha hecho sino crecer en las últimas dos décadas hasta alcanzar un aumento de 154%», detalla en otro punto el informe.

En la cola de los desafortunados figuran las personas migrantes. Así «uno de cada dos demandantes de asilo no encuentra hoy por hoy su sitio en un dispositivo de acogida evidentemente infra dotado», denuncia el organismo.

De ahí que, cara al debate de las elecciones presidenciales, la Fundación Abbé Pierre proponga a los candidatos que se comprometan a relanzar ese plan de «la vivienda primero», y se abran a adoptar medidas como el control de los alquileres o la mejora del aislamiento y en general de la eficiencia energética de los hogares más desfavorecidos. Ello en el marco de un programa integral que pivotaría «sobre un reparto más justo de la riqueza».

«Apelamos a una mov¡lización general para abordar una verdadera política en materia de vivienda, con nuevas medidas de la parte del Estado pero con una implicación absoluta de las colectividades locales», expresa la Fundación Abbé Pierre en su informe anual.