NAIZ

Reinstauran los controles aduaneros a los productos llegados al norte de Irlanda

Después de que los controles fronterizos entre Gran Bretaña y el norte de Irlanda hayan estado suspendidos durante dos días, el Tribunal Superior norirlandés ha invalidado dicha suspensión reinstaurando así los controles aduaneros.

Controles aduaneros en Larne Port, norte de Belfast.
Controles aduaneros en Larne Port, norte de Belfast. (Paul FAITH | AFP)

Un juez del Tribunal Superior de Justicia del norte de Irlanda ha emitido este viernes una orden con la que invalida temporalmente la suspensión de los controles aduaneros de los productos procedentes de Inglaterra, Escocia y Gales.

Así, el juez Adrian Colton ha ordenado reinstaurar los controles aduaneros a los productos agroalimentarios que llevaban suspendidos desde el miércoles, día en que el ministro de Agricultura del Gobierno norirlandés, el unionista Edwin Poots, anunció su suspensión de manera unilateral. La orden de Colton, por su parte, permite que se respete el protocolo acordado entre Reino Unido y la Unión Europea con el fin de garantizar la libre circulación de mercancías a través de la frontera terrestre con Irlanda tras la aprobación del Brexit.

Colton ha explicado que ha invalidado temporalmente la instrucción del ministro de Agricultura para que el sistema judicial de Belfast tenga tiempo para someter la decisión de Poots a un análisis «exhaustivo». «Suspendo la instrucción dada por el ministro hasta nueva orden de este tribunal», ha sentenciado.

La decisión judicial ha tenido lugar después de que el ministro principal del norte de Irlanda, Paul Givan, dimitiera el jueves en medio de las protestas de su formación, Partido Democrático Unionista (DUP), contra la parte del acuerdo del Brexit que alude al territorio norirlandés.

Protocolo norirlandés

Este protocolo se acordó por Reino Unido y la Unión Europea con el fin de evitar la entrada incontrolada de productos británicos al mercado comunitario europeo. Sin embargo, no fue un acuerdo fácil, ya que supuso una de las cuestiones que bloqueó la negociación del Brexit durante años. El protocolo entró en vigor el 1 de enero del pasado 2021, pero poco después Downing Street exigió a Bruselas que se renegociara el texto al considerar que el acuerdo generaba demasiadas fricciones económicas y sociales en la frontera terrestre.

Asimismo, la nueva burocracia ha provocado escasez de productos y tensiones políticas en la región, sobre todo dentro de la comunidad unionista-protestante, que ve peligrar su posición dentro del Reino Unido.