Durante el pasado año, el Puerto de Bilbo transportó un total de 31,2 millones de toneladas de mercancías, lo que supone un aumento respecto a 2020 del 5,5%, y prevé alcanzar este año los 33,5 millones de toneladas, un 7,4% más. Esas cifras quedan todavía por debajo de los niveles prepandemia de 2019.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, que ha presentado este jueves, junto a su equipo, el balance de actividad en 2021, ha subrayado que refleja «una tendencia ascendente» con la que se ha mostrado «relativamente satisfecho».

De este modo, se recupera «parte el tráfico perdido en 2020 debido a la pandemia y al conflicto de la estiba», pero esta reactivación se ha visto «ralentizada» por el descenso del 2% en los graneles líquidos, «lastrados por la disminución del tráfico de GNL y por la baja producción de la refinería (Petronor) durante los tres primeros trimestres del año». Dado que el 57% de los tráficos son líquidos, influyen «de manera importante en el tráfico total».

La recuperación se reflejó también en el movimiento de buques, con 2.669 escalas, 331 más que en 2020 (+7%). El tamaño medio de los buques fue menor por el descenso de escalas en buques de crudo y gas.

El tráfico ferroportuario también se incrementó, de manera que en 2021 entraron o salieron de las instalaciones del puerto 4.358 trenes, lo que supone un 15% más que en el ejercicio anterior. La cuota de la utilización del tren por parte del contenedor alcanza el 23%.

Acuerdo en ciernes en la estiba

Barkala ha advertido de que es «vital» alcanzar «cuanto antes» un acuerdo colectivo «de media o larga duración» en la estiba del puerto vizcaino. Se ha mostrado «optimista» ya que, según ha dicho, «están muy cerca las posturas de las partes», por lo que ha apuntado que «lo deseable sería que, como máximo, de aquí a un mes estuviera todo el pescado vendido».

Tras incidir en que es «evidente» que el conflicto vivido en el sector de estiba «ha hecho daño», ha eludido cuantificar ese efecto porque «segregar» los dos últimos ejercicios es «harto difícil» teniendo en cuenta que «ha ocurrido la pandemia, el Brexit, la huelga...».

En todo caso, ha comentado que «la mochila» de la huelga «cada vez pesa menos» y que es «muy importante de cara al futuro firmar, es decir, trasladar a la opinión pública, a la comunidad portuaria, que tenemos un servicio de estiba que tiene unas reglas de juego admitidas por todos, que es más eficaz y eficiente, más seguro y más fiable, y flexible».

El presidente de la Autoridad Portuaria ha indicado que «una de las causas por las que es tan importante firmar un convenio colectivo a nivel local es porque está cambiando tanto y tan rápido la normativa a nivel estatal y europeo que esto no hace más que enfangarse si no lo resolvemos pronto en nuestra casa». «Eso lo dicen tanto los trabajadores como las empresas de estiba», ha apuntado.

Por ello, ha insistido en que «hay que firmar aunque dejemos todos pelos en la gatera, incluido el propio Puerto, que se va a mojar».

Cifra de negocios, deuda y subvenciones

Por otra parte, la cifra de negocio ascendió a 63,1 millones de euros, un 7,1% más que en 2020 (+4,2 millones), debido, fundamentalmente, a la recuperación gradual de tráficos portuarios.

En el ejercicio 2021, se cancelaron anticipadamente 10 millones de deuda en el Banco Europeo de Inversiones. La deuda bancaria neta al cierre del ejercicio se situó en 12,3 millones, equivalente a 0,4 veces el ebitda, «cumpliendo por tanto lo dispuesto en el marco financiero de la Autoridad Portuaria».

Barkala ha destacado que el Puerto mantiene «su ADN» de perfil de endeudamiento bajo gracias a su autonomía financiera. Esta gestión se está compatibilizando con el desarrollo de la infraestructura básica y las inversiones en materia de sostenibilidad ambiental, intermodalidad, innovación, digitalización y puerto-ciudad, que próximamente experimentarán «un salto cualitativo», según han anunciado los responsables portuarios.

Los recursos generados (ebitda) alcanzaron los 30,8 millones y se recibieron 4,7 millones de subvención, de los cuales 4,1 millones corresponden a la Comisión Europea, en el ámbito del programa de ayudas CEF 2015 Connecting Europe Facility, asociados a la obra de la primera fase del espigón central, y 0,5 millones al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para financiar proyectos de sostenibilidad ambiental y energía.