Daniel Galvalizi

Un Casado enfadado ratifica la ruptura y Ayuso admite el pago cobrado por su hermano

El líder del PP embiste con dureza contra la presidenta de Madrid, demostrando que la quiebra no tiene vuelta atrás. Anticorrupción ya tiene tres denuncias formuladas por la izquierda de la Asamblea sobre la comisión de Tomás Díaz Ayuso. Feijóo dice que seguirá «leal» y tilda de «lamentable» todo.

Pablo Casado, a la salida de la entrevista radiofónica.
Pablo Casado, a la salida de la entrevista radiofónica. (Eduardo Parra | Europa Press)

El día después del estallido de la crisis interna del PP no ha habido descanso ni sosiego. No hay atisbo de reconciliación sino todo lo contrario. El presidente del PP ha dado una entrevista en la Cope y ahí ha ratificado el enfrentamiento con Isabel Díaz Ayuso, a quien en 2019 catapultó al poder sin tener casi experiencia previa.

Sin entrar en el terreno de la lucha por el poder de la derecha española, Casado se ha querido enfocar en el asunto ético por la presunta comisión irregular que habría cobrado Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña, por una adjudicación de venta de un millón y medio de euros en material sanitario.

«La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros por recibir mascarillas», ha dicho, en un tono claramente de ruptura, mezclando las muertes por covid con su argumento (cabe recordar que está hablando de un contrato que sucedió en los primeros meses de la pandemia).

Casado ha avivado el incendio para luego decir que «esto se puede resolver hoy mismo. Que [Isabel Díaz Ayuso] hable con su hermano»

Casado ha seguido avivando el incendio en el que se está consumiendo el PP: habla de un posible «tráfico de influencias» en la adjudicación de ese contrato y sugiere tener la sospecha de que el amigo de la familia que se lo llevó, Daniel Alcázar, pudo haber actuado de «testaferro» del hermano de la presidenta.

«Es necesario que haya procesos previos antes de que actúe la Justicia para que cualquier funcionario pueda actuar y evitar un caso de corrupción», ha señalado, defendiendo su actitud de indagar los meses previos personalmente sobre el tema, algo que Ayuso no ha ratificado.

«Yo no permitiría que mi hermano cobrara 300.000 euros por un contrato decidido en un Consejo de Ministros. La información es que la comisión es de 286.000 euros, un importe suficientemente relevante como para que alguien pudiera pensar que hubo tráfico de influencias», ha disparado.

Casado se ha permitido tender un puente de diálogo como si no estuvieran ya todos rotos: «Esto se puede resolver hoy mismo, con transparencia, con principios y con ejemplaridad. Tendrá que preguntar a su hermano». Pero luego ha deslizado que si él «presidiera una institución» se hubiera inhibido «a la hora de conceder un contrato así».

La admisión de Ayuso

La presidenta de Madrid ha decidido este viernes añadir información que hasta ayer no había brindado. Hasta ahora lo único admitido era que su hermano había participado de ese proceso de venta. Se suma ahora otro dato: Ayuso ha afirmado que el pago que recibió su familiar «fue de 55.850 euros, más IVA», pero que «no fue una comisión».

A través de un comunicado este mediodía, ha aseverado: «La factura emitida por Tomás Díaz Ayuso a Priviet Sportive no es una comisión por obtener el contrato de la Administración, sino el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid, que es distinto».

Ayuso: «Me parece denigrante tener que aclarar las relaciones comerciales de mi hermano con una empresa»

«Siempre me he negado a dar explicaciones sobre la actividad laboral de mi hermano porque nunca he interferido en ella. Quizá haya sido un error. Pero me parece denigrante tener que aclarar las relaciones comerciales de mi hermano con una empresa por sospechas basadas en informaciones que nadie explica de dónde han salido», ha señalado, haciendo ilusión sobre el final a la investigación paralela que el PP estatal hizo sobre el contrato.

La presidenta dice no tener que «dar cuenta del resto de las facturas» porque no tienen relación con su gobierno y porque su hermano «tiene derecho a su privacidad». Y ha vuelto a asegurar que supo del cuestionado contrato cuando la informó Casado, «no antes».

También ha hablado uno de los dos barones territoriales más importantes del partido, el presidente de la Xunta de Galiza, Alberto Núñez Feijóo. En declaraciones a Es Radio, ha dicho: «Vamos a seguir siendo leales. Estamos expectantes a que el presidente del partido y la presidenta de la Comunidad de Madrid nos den una solución a un problema que se ha creado allí».

Pero también, sutilmente, ha sido crítico con la Ejecutiva del PP estatal: «No estamos en un buen momento, lo ocurrido es muy preocupante. Hemos fallado. No hemos mantenido el compromiso con nuestros votantes. No hemos estado a la altura de los intereses de España. Pido disculpas a los votantes del PP. Estos comportamientos no pueden aceptarse».

Asimismo, el único líder regional del PP en gobernar con mayoría absoluta ha hecho un pedido a Casado: «El presidente tiene que reflexionar y hay cuestiones indelegables. Él tiene que tomar decisiones y eso no lo puede compartir con su equipo».

La izquierda reacciona

Este viernes también comenzó a haber reacciones desde las formaciones de izquierda. En el plano madrileño, Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos han presentado de forma individual denuncias ante la Fiscalía Anticorrupción referentes al contrato de emergencia por la compra de mascarillas. Han pedido que se abran diligencias por presuntos delitos de cohecho, malversación y prevaricación.

Además, Más Madrid ha informado de que recibió SMS anónimos que alertaban del contrato al amigo de Ayuso y del pago cobrado por el hermano, según consta en la denuncia presentada por la portavoz de la formación, Mónica García.

En tanto, se ha referido a la guerra civil de los conservadores la portavoz del gobierno del Estado, la ministra Isabel Rodríguez, quien ante una pregunta por las declaraciones de Teodoro García Egea (dijo ayer que Moncloa ya tenía esta información y la filtraba), ha respondido: «Lo digo con absoluta rotundidad: el Gobierno aquí no tiene nada que ver. Que no nos usen, que no nos metan en su lío».

Rufián (ERC): «El PP no es partido, es un cártel»

En declaraciones a periodistas, la vicepresidenta y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, ha opinado que la ruptura en el PP «daña también a las instituciones democráticas”»y que esto demuestra que ese partido «está inhabilitado» para gobernar. «Estamos viviendo el peor rostro de la política y lo peor de la historia del PP: luchas internas intestinas, presupuestos casos de corrupción, espionajes presuntos, etc», ha opinado.

Ya desde ayer, el líder del quinto grupo parlamentario más importante del Congreso, Gabriel Rufián (ERC), hizo referencia en su cuenta de Twitter al culebrón del PP. En una de sus opiniones más elocuentes, afirmó: «Mientras con 4 vacas al fondo te hablan de la ETA, de chuletas y de Esquerra, por detrás se espían, roban y matan políticamente entre ellos. Si son capaces de hacerse todo esto entre ellos imagina qué no podrán hacerte a ti. El PP no es un partido, es un cártel».