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El TSJPV confirma la condena al violador de la hija de su novia, de 13 años

El TSJPV ha confirmado la condena a 14 años y 3 meses de cárcel impuesta por la Audiencia de Gipuzkoa el pasado noviembre a un hombre que violó tres veces a una niña de 13 años, hija de su compañera, a la que además amenazó de muerte en las tres ocasiones para que no revelara lo sucedido.

Concentración en Sopela a finales de este enero tras la violación de un hombre a una mujer trabajadora de hogar.
Concentración en Sopela a finales de este enero tras la violación de un hombre a una mujer trabajadora de hogar. (Aritz LOIOLA | FOKU)

En una resolución a la que ha tenido acceso EFE, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha confirmado la condena a 14 años y 3 meses impuesta por la Audiencia de Gipuzkoa a un hombre que violó tres veces a una niña de 13 años, hija de su novia, a la que amenazó de muerte para que no contara lo ocurrido.

El Tribunal desestima así el recurso interpuesto por el acusado contra la sentencia en la que la Sección Tercera de la Audiencia lo condenó como autor un delito continuado de abuso sexual.

Los hechos se remontan al mes de octubre de 2019, cuando el procesado, que «mantenía una relación de confianza estrecha» con la víctima «semejante» a un vínculo «paternofilial» asimilable «por afinidad al de un ascendiente», aprovechó un momento en el que la niña dormía en el domicilio familiar de Donostia para colarse en su habitación y violarla.

La resolución de la Audiencia, de la que fue ponente el magistrado Jorge Juan Hoyos, precisa que el hombre actuó «con ánimo libidinoso», a sabiendas de que la víctima tenía 13 años, «aprovechando la relación de confianza» que ambos «mantenían» y a pesar de que la niña le pidió que parara y que se marchara.

El inculpado, que por entonces tenía 49 años, no hizo caso de estas peticiones y, según el texto, le respondió «bruscamente» que se callara, le tapó la boca para abusar de ella«sin utilizar preservativo», en un contexto en el que la pequeña se quedó «paralizada y sin poder decir nada», tras lo que el adulto le advirtió de que, «si contaba algo de lo sucedido, la mataría».

Violaciones y amenazas continuadas

La segunda agresión tuvo lugar en noviembre de aquel mismo año, cuando el inculpado, «actuando en contra de la voluntad» de la menor «comenzó a abrazarla y a tocar su cuerpo en la cocina de la vivienda» y, aunque ella «le indicó que la soltara» e intentó «apartarlo», volvió a violarla y a amenazarla de muerte si relataba lo ocurrido.

Finalmente, ya en enero de 2020, el hombre volvió a introducirse en la cama de la adolescente, la agredió sexualmente por tercera vez y nuevamente la amenazó con matarla si lo contaba.

Decisión «razonable y razonada»

Para condenar al procesado, la Audiencia otorgó en su momento total credibilidad a la declaración prestada por la menor, ya que resultó «clara, inconcusa y objetivamente verosímil», además de «sustancialmente coincidente» con las anteriores manifestaciones que hizo tanto a su madre como a los profesionales médicos que la atendieron.

La resolución destaca asimismo la «ausencia de un propósito protervo en la niña o de un ánimo instrumentalizador», todo ello corroborado además por las manifestaciones de su progenitora y por la pericial del equipo psicosocial que se encargó del caso.

Todos estos argumentos han sido ratificados ahora por la nueva resolución del TSJPV que considera que la decisión de la Audiencia fue «razonable y razonada», además de haber analizado «de forma exhaustiva y minuciosa» el caso, realizando una «valoración motivada de la prueba practicada» durante el juicio.

Entre otros argumentos de recurso, el Tribunal Superior descarta también la posibilidad de aplicar al acusado el precepto «in dubio pro reo», ya que, según señala, en este caso «no se ha planteado una duda objetiva» en este sentido.