A finales del 2005 dos habitantes del valle alavés de Kuartango compartieron la idea de plasmar en cine su gran sueño, rodar un western.

Oier Martínez de Santos y José Luis Murga no cejaron en su empeño y a pesar de no contar ni con dinero ni equipo técnico, lograron seducir a sus vecinos para que se embarcaran también en su odisea y, con su ayuda solidaria, lograron levantar un auténtico poblado del salvaje oeste, que serviría de escenario principal del rodaje.

Tras largos años solventando no pocos aprietos y calamidades, la película, que llevó por título ‘Algo más que morir’, se convirtió en el primer western vasco. Su estreno oficial fue en 2014, en el marco del certamen especializado Almería Western Film Festival, en el que se alzó con dos de los premios principales, entre ellos el Premio del Público.

La épica de un rodaje

De esta forma se forjó la leyenda de un sueño que cobró forma y que ha servido de referencia para el largometraje documental ‘Kuart Valley’. A través de este proyecto, Maider Oleaga nos sumerge en el universo épico que rodeó la insólita puesta en marcha de ‘Algo más que morir’.

Producido por Kubelik Films y Pantalla Partida, el documental obtuvo una Mención Especial del Jurado Zinemira y el premio al Mejor Guion de una película vasca, otorgado por la SGAE Euskadi, en la última edición de Zinemaldia. Su siguiente etapa será su estreno el próximo 4 de marzo en el cine Príncipe de Donostia.

La directora bilbaina explica, en torno a este documental, que «esta película es interesante porque da a conocer una realidad desconocida, la del primer 'western' vasco ideado y rodado por dos personas de un forma tan loca, salvaje y maravillosa: un idealista que soñaba con ser vaquero y un amigo suyo que había estudiado cine; pero también es la historia de los habitantes de un pueblo que se implican con dos personas de esa misma colectividad y hacen todo lo posible por sacar el rodaje adelante. Me parece una iniciativa especialmente hermosa, en tiempos de individualismo».

Maider Oleaga es licenciada en Comunicación Audiovisual y diplomada en dirección cinematográfica. Ha escrito y dirigido los documentales ’Muga deitzen da Pausoa’ (2018), ‘Verabredung’ (Berlín, 2017) –ganador de la sección Doc de la Seminci–,‘Esperanza’ (Bolivia, 2012), ‘Amaren Ideia’ (México, 2010) y varios cortometrajes de ficción entre los que destacan: ‘Luce Neón’, parte de la película colectiva ‘Destierros’ (2018) o ‘Sitios prestados al aire’ (Mexico, 2010).

Formó parte de la primera edición de residencia artística Ikusmira Berriak organizada por Tabakalera y Zinemaldia, entre otras instituciones.

Participa, además en diversos proyectos educativos como Cinema en cours, Sortegiak o Zineleku y colabora con la Escuela de Cine Elías Querejeta.