De los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, 141 han respaldado el texto, mientras que únicamente 5 votaron han votado contra: la propia Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.

Mientras tanto, 35 países han optado por la abstención, entre ellos China, Irán, India, Sudáfrica, Cuba, Bolivia, El Salvador o Nicaragua. Otra docena de Estados miembros no han participado en la votación.

La resolución, que no tiene carácter vinculante, «deplora» la agresión rusa contra Ucrania y «demanda» a Moscú que le ponga fin y retire inmediatamente y sin condiciones sus tropas del país vecino.

Además, critica el papel de Bielorrusia en la guerra y exige a Rusia que dé marcha atrás a su reconocimiento de la independencia de las autodeclaradas repúblicas separatistas ucranianas.

La Asamblea General insta a resolver el conflicto de forma pacífica y pide tanto a Moscú como a Kiev que apuesten por el diálogo y la negociación.

«Aislada y sola»

«Hemos demostrado que Rusia está aislada y sola, y que el coste seguirá subiendo hasta que Rusia ceda», ha celebrado tras la votación la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.

En la misma línea, el representante de la Unión Europea (UE), Olof Skoog, ha señalado que «el Gobierno ruso está cada vez más solo», y ha recalcado que «Rusia ha elegido la agresión» mientras el resto del mundo «ha elegido la paz».

«Presión increíble»

La delegación rusa, por su parte, ha agradecido que la cuarta parte de los miembros de la organización no apoyasen la resolución «a pesar de una presión increíble y sin precedentes por parte de EEUU y sus aliados».

Para Moscú, el texto sólo servirá para envalentonar a los «radicales» ucranianos, a quienes los representantes rusos volvieron a acusar hoy de ser los responsables del conflicto y de estar usando a civiles como escudos humanos.

Entre quienes se han abstenido destaca China, que justificado su voto por considerar que la resolución no tenía en cuenta todo el contexto del conflicto y por las políticas de Occidente.