El Parlamento navarro ha rechazado en el pleno de este jueves la modificación de la ley foral de sanidad animal para limitar a 1.250 unidades de ganado mayor las explotaciones de vacuno tanto de leche como de carne, iniciativa apoyada por PSN, Geroa Bai y Podemos-Ahal Dugu pero que han rechazado Navarra Suma y EH Bildu, mientras que I-E se ha abstenido.

EHNE había mostrado su disconformidad con este texto, al considerar que el límite máximo establecido era excesivo.

El texto, que tiene su origen en un decreto anulado por los tribunales, recuerda que las enfermedades transmisibles de los animales pueden tener «repercusiones devastadoras» para los animales, los ganaderos y la economía, además de otras para la salud pública y la seguridad alimentaria.

Y uno de los principales condicionantes para afrontar la prevención es la ubicación y el diseño de las explotaciones ganaderas, ya que densidad ganadera de la zona condiciona el riesgo de padecer enfermedades transmisibles.

Este proyecto modificaba la ley para limitar las nuevas explotaciones o la ampliación de las existentes a 1.250 unidades de ganado mayor en vacuno de leche y carne, incluidas las de ganado bravo, 864 en porcino y 600 en conejo.

Además se limitaba la cuantía máxima de la indemnización por explotación por el sacrificio de los animales en el marco de programas de lucha, control o erradicación de enfermedades como la brucelosis, la lengua azul o la encefalopatía espongiforme.

Itziar Gómez: «Amplio acuerdo»

En defensa de la ley, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, ha destacado que Nafarroa es la primera comunidad en regular tamaños máximos una vez vistos los riesgos sanitarios y tras hablar con el sector y negociar con las asociaciones y sindicatos hasta llegar a un «acuerdo de consenso».

«Seguimos considerando que hay que proteger el territorio» y no solo desde el punto de vista ambiental y sanitario sino también para su vertebración y en la lucha contra la despoblación, un modelo que es compatible con la libertad de empresa y defiende la economía familiar, ha dicho, y ha criticado macrogranjas como la de Valle de Odieta en Caparroso, que produce mas del 20% de la leche navarra, un modelo contrario a Europa.

A favor de la iniciativa, Javier Lecumberri (PSN) ha considerado que esta ley era «imprescindible» no solo para favorecer la seguridad sanitaria y alimentaria sino también para «una convivencia ordenada» entre las explotaciones familiares y las industriales, necesarias estas últimas para la economía de muchos consumidores.

Pablo Azcona, de Geroa Bai, grupo que quiere que Nafarroa sea también pionera en fiscalidad verde, ha defendido un modelo de ganadería sostenible que garantiza el bienestar animal ante «el aumento de amenazas que tiene el sector» debido a las macrogranjas por «su impacto social, medioambiental y de sanidad animal».

Para Podemos-Ahal Dugu, ha dicho Ainhoa Aznárez, se trata de ser «responsables con la «casi unanimidad del sector» en esta materia, por lo que ha apostado por la seriedad y el rigor después de que los tribunales anularan «un magnífico» secreto, y ha criticado a los gobiernos de derechas que «destrozan» el entorno.

«Reconociendo el avance que supone esta ley nos vamos abstener porque se podía haber ido mucho más allá en la limitación de las explotaciones, se podía haber sido más valiente», ha comentado por I-E Marisa de Simón, quien sí que ha compartido los objetivos y las medidas de prevención que establece.

En contra de la ley, Miguel Bujanda, de Navarra Suma, ha subrayado «los problemas de las granjas familiares cuando quieren crecer para tener una rentabilidad y no les dejan», y ha añadido que esta modificación legal para «limitar y prohibir es contraria a la libre economía y no influye en nada» en la macrogranja de Caparroso, y ha indicado que este asunto se debe abordar en «un marco único» europeo.

Por último Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha advertido que con su grupo hay que negociar para poder sacar los proyectos adelante, ha negado que Nafarroa sea pionera en la materia y lamentado que se haya perdido «una oportunidad magnífica» para limitar el tamaño de las explotaciones según el tipo de modelo productivo, al tiempo que ha mostrado su preocupación por que la ley pueda ser recurrida porque «el autogobierno navarro no dé para tanto».