El precio del trigo se ha disparado un 40% esta semana en el mercado de referencia en Estados Unidos por el temor a una escasez del cereal derivada de la invasión rusa de Ucrania, superando este viernes los 12 dólares por fanega (unos 27 kilos), algo que no se veía desde la crisis financiera de 2008.
Los contratos de futuros de trigo para mayo se han encarecido rápidamente desde el inicio del conflicto bélico y el mercado de Chicago ha tenido que suspender su cotización día tras día cuando alcanzaban el máximo incremento permitido en una sola jornada, en medio de un alto volumen de operaciones y creciente volatilidad.
Los futuros crecieron este viernes un 6,61% o 75 centavos de dólar en la primera hora y ya han quedado suspendidos para el resto de la jornada, con lo que previsiblemente cerrarán la sesión con un precio de 12,09 dólares por fanega. Desde el comienzo del año acumulan una revalorización superior al 56%, según CNBC.
Los analistas destacan que el trigo es uno de los productos agrícolas más expuestos al conflicto, dado que Rusia y Ucrania concentran en torno al 30% de la producción mundial y son grandes exportadores. Y también se están viendo afectados el maíz, el girasol y otras semillas.
La ONU y otras organizaciones han advertido de que la guerra puede tener un gran impacto en el suministro global de alimentos, en especial en las naciones más necesitadas, algo que ya se está viendo en las dificultades para transportar los productos básicos y hacer pagos a Rusia debido a las sanciones impuestas por Occidente.
Los precios mundiales de los alimentos suben un 24% en un año
Este viernes se ha dado a conocer otros datos preocupantes que no están tan ligados directamente al conflicto bélico en el Este europeo: el indice de los precios mundiales de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alcanzó un nuevo récord en febrero con un promedio de 140,7 puntos, es decir, un 3,9% más que en enero y un 24,1% más que hace un año.
La FAO ha destacado que en la subida ha pesado, sobre todo, el índice de precios de los aceites vegetales, que aumentó un 8,5% desde el mes anterior alcanzando así un nuevo récord, impulsado principalmente por el aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, de soja y de girasol.
El pronunciado incremento de los aceites vegetales se debió principalmente a la sostenida demanda mundial de importaciones, que coincidió con algunos factores relacionados con la oferta, en particular las reducidas disponibilidades exportables de aceite de palma en Indonesia, el mayor exportador mundial; las perspectivas más bajas de producción de soja en América del Sur; y las preocupaciones sobre la reducción de las exportaciones de aceite de girasol debido a las perturbaciones en la región del mar Negro.
Por otra parte, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en febrero un 6,4% más alto que en enero, impulsado por unos suministros de leche menores de lo previsto en Europa occidental y Oceanía, así como una demanda de importaciones persistente, especialmente de Asia septentrional y Oriente Medio.
El índice de precios de los cereales se incrementó un 3,0% con respecto al mes anterior, debido al incremento de las cotizaciones de los cereales secundarios, pues los precios internacionales del maíz aumentaron un 5,1% como resultado de una combinación de preocupaciones continuadas sobre la situación de los cultivos en América del Sur, la incertidumbre en relación con las exportaciones de maíz de Ucrania y el aumento de los precios de exportación del trigo.
Y el índice de precios de la carne se incrementó un 1,1% desde enero, pues las cotizaciones internacionales de la de bovino alcanzaron un nuevo récord en el contexto de una fuerte demanda mundial de importaciones, y suministros limitados de ganado listo para el sacrificio en Brasil, así como una elevada demanda de reconstitución de la cabaña ganadera en Australia.