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India se decanta por el partido hinduísta en el poder en un gran test regional

India sigue teñida de color azafrán tras la victoria del partido pan-hindú BJP, del primer ministro indio, Narendra Modi, en cuatro de los cinco comicios regionales celebrados durante las últimas semanas, incluyendo una contundente mayoría en el estado más poblado del país.

Yogi Adityanath, protegido del primer ministro indio, Narendra Modi, celebra su victoria en Utah Pradesh.
Yogi Adityanath, protegido del primer ministro indio, Narendra Modi, celebra su victoria en Utah Pradesh. (Sanjay KANOJIA | AFP)

El partido pan-hindú BJP, del primer ministro indio, Narendra Modi, se ha reafirmado en las elecciones regionales cuyos resultados se van conociendo. A falta de los definitivos, el Bharatiya Janata Party (BJP) ha sido el partido más votado en Uttar Pradesh con 254 escaños (188 definitivos y 66 encabezando el recuento) de los 403 en juego de esta región norteña, considerada un termómetro del apoyo popular de cara a las elecciones generales de 2024.

Pese a la magnitud de esta victoria, estos resultados reflejan una ligera pérdida de escaños con respecto a las anteriores elecciones legislativas celebradas en 2017, cuando el partido hinduista logró 312 asientos en la asamblea estatal.

Estado clave en las generales

Uttar Pradesh cuenta con una población de más de 200 millones de personas, un número de habitantes comparable al de Brasil, y envía 80 parlamentarios a la Cámara Baja o Lok Sabha, más que ningún otro estado, y 31 a la Cámara Alta o Rajya Sabha.

Con su victoria en esta región mayoritariamente hindú, el polémico monje hinduista del BJP, el islamófobo Yogi Adityanath, logró la primera reelección de un jefe de Gobierno en Uttar Pradesh en las últimas tres décadas en el que es uno de los estados más pobres de  India.

Ni la gestión de la pandemia por parte del Gobierno central del BJP, que dejó más de medio millón de muertos en la India, ni las criticadas leyes anticampesinas, que finalmente se vieron obligados a revertir el pasado mes de noviembre ante la fuerte oposición de los agricultores, parecen haber influido en estos comicios.

Batacazo del Partido del Congreso

La alegría de los seguidores del BJP contrasta  sin embargo con la decepción de la principal formación opositora en el Gobierno central, el Partido del Congreso de la dinastía Nehru-Gandhi, que tan solo sumó dos escaños en Uttar Pradesh, por lo que la oposición recaerá en el Partido Samajwadi (SP), que conseguiría 111 representantes en la asamblea (ganó 68 y lidera 43).

La formación hinduista también ostentaba la mayoría en la región norteña de Uttarakhand, con 47 asientos (43 obtenidos y 4 liderados) de los 70 disponibles, a falta de los resultados definitivos, y Manipur (noreste), donde se posicionó con 32 escaños (28 definitivos y 4 liderando), unas cifras suficientes para gobernar en solitario.

Más ajustada fue su victoria en Goa (suroeste), donde los 20 asientos conquistados no bastaban para obtener una mayoría en la asamblea regional de 40 escaños, obligando al BJP a obtener el apoyo de un partido independiente.

Lejos de estos números se encontraba su principal amenaza antes de los comicios, el Partido del Congreso y sus aliados, a los que el escaso apoyo popular dejó al margen de la toma de decisiones.

La tercera via

La mayor sorpresa de los comicios la protagoniza en el norteño Punjab el Partido Aam Aadmi (AAP, Partido del Hombre Común), que alcanza una amplia mayoría para gobernar en solitario, con 92 escaños obtenidos de los 117 en juego, desbancando del Gobierno de la región al malparado Partido del Congreso, que tan solo ha obtenido 18 asientos.

«Durante los últimos 75 años de independencia, estos partidos (el Congreso y el BJP) no han hecho nada por el desarrollo de los pobres en India. Nada ha cambiado desde que los colonizadores británicos abandonaron India. Hemos sentado las bases de una política honesta», ha dicho el líder del partido, y jefe de Gobierno de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, a sus seguidores en la capital.

Fundada en 2012, esta formación es vista como una alternativa a los dos principales partidos de India (el Congreso y el BJP), y solo tardó tres años en hacerse con el gobierno de Nueva Delhi, que ostenta desde 2015.

La composición de estas elecciones regionales es vista como un termómetro para medir la popularidad de Modi y su partido de cara a los próximos comicios generales de 2024, en los que el actual primer ministro aspira a su tercer mandato consecutivo.

A día de hoy, el partido de Modi cuenta con una amplia mayoría en la Cámara Baja (Lok Sabha), con 301 de 545 escaños, mientras que posee 97 de los 253 senadores en la Rajya Sabha (Cámara Alta), donde necesita contar con el apoyo de sus aliados