Chile comienza una nueva era política, un cambio tanto en forma como en fondo liderado por el progresista Gabriel Boric, que este viernes ha tomado posesión como el presidente más joven de la historia del país –tiene 36 años recién cumplidos– y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques de centro que gobernaron desde el retorno a la democracia en 1990.
«Su investidura es un mensaje de apertura, diversidad e inclusión. El propósito es marcar fuertes diferencias con el Gobierno saliente e insistir en que este no es solo un cambio de mando, sino de ciclo», ha indicado a Efe Mauricio Morales, de la Universidad de Talca.
«Es un cambio de mando ciudadano, un día histórico. Estamos en medio de un proceso constituyente y (este es) un Gobierno que plantea transformaciones profundas, paso a paso, pero profundas», ha subrayado la nueva portavoz del Gobierno, Camila Vallejo.
Para Claudia Heiss, de la Universidad de Chile, «Boric está muy consciente de la dimensión simbólica de su llegada al poder y se ha preocupado constantemente de dar señales de que eso no lo aleja de la ciudadanía».
Una banda presidencial «revolucionaria»
A diferencia del presidente saliente, Sebastián Piñera, que encargó su banda presidencial en París, Boric ha optado por un pequeño y modesto taller ubicado en un barrio residencial a las afueras de Santiago, donde un grupo de costureras, hartas de la precariedad del oficio, fundaron el Sindicato Revolucionario Textil (Siretex) en plena ola de protestas de 2019.
«Creo que nos eligió porque quiere mostrar que va a trabajar con la gente común y corriente y, sobre todo, con las mujeres. Podía haber elegido a un sastre reputado», comenta Marta Gatica, vocera del sindicato.
Boric, que ha acudido a la investidura acompañado por su pareja, Irina Karamanos, ha recibido la banda visiblemente emocionado.
Desayuno social
Antes de la solemne y protocolar ceremonia en el Salón de Honor del Senado, en la ciudad costera de Valparaíso, Boric decidió empezar el día desayunando con varios dirigentes sociales, consciente de que gran parte de su capital político está en las calles.
«Tengo 84 años, le traigo una cartita escrita por los vecinos de mi población», le dijo una de las asistentes al acto en la vecina Viña del Mar.
Adiós a la corbata
Alérgico a la vestimenta formal, Boric ha ido puliendo su estilo a medida que se imponía en la carrera presidencial. Nada queda ya de sus cortes de pelo estrambóticos, con crestas, rapados y melenas, ni de sus camisas de cuadros medio abrochadas que usaba cuando irrumpió en el Parlamento en 2014.
Ahora ha integrado en su look los trajes de chaqueta, las camisas blancas o azules, y su pelo luce siempre peinado, pero hay un formalismo que se resiste a incluir: la corbata. Como era de esperar, ha asumido el cargo sin ella.
Homenaje a las víctimas del estallido
Entre las personalidades que fueron invitadas personalmente por el exlíder estudiantil a su toma de posesión ha estado Gustavo Gatica, el joven que quedó ciego tras recibir dos perdigones en la cara durante una protesta en noviembre de 2019.
«Gatica representa el respeto irrestricto a los derechos humanos, que es uno de los ejes importantes de este Gobierno y Boric, además, quiere recordar que él también viene de las movilizaciones sociales y que el motor del cambio que lidera fue el estallido social», ha indicado a Efe Isabel Castillo, de la Universidad Católica y la Red de Politólogas.
También invitó a un nutrido grupo de representantes de los distintos pueblos indígenas, a los que hizo un relevante e inédito guiño durante la ceremonia: «Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo».
Mujer al volante
En otro gesto sin precedentes, Boric decidió que sea la suboficial de Carabineros Lorena Cid quien conduzca el Ford Galaxie 500 XL con el que llegará a La Moneda para dar su primer discurso como mandatario.
«En esta nueva era, las mujeres ocupan espacios nuevos que no habían ocupado no porque no quisieran, sino porque no se les dejó», ha apuntado Castillo.
Boric lidera el primer gabinete con más mujeres que hombres del continente americano (14 frente a 10) y por primera vez en la historia chilena designó a una mujer al frente de la poderosa cartera de Interior, la médico independiente Izkia Siches.
Como muestra de ese compromiso por la igualdad, gran parte de las mujeres del gabinete acudieron a la investidura vestidas de lila o morado, el color de la lucha feminista: «Eso va a ser parte que impregne nuestra gestión. Nuestras hijas no están solas, nuestras madres, nuestras abuelas», ha afirmado Camila Vallejo.
«Vamos a dar lo mejor de nosotros»
«Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para estar a la altura de los desafíos que tenemos», ha dicho el mandatario en unas breves declaraciones a los medios a su salida del Senado.
Tras recorrer unos metros en el auto oficial acompañado por la ministra Siches, el gobernante se ha bajado para saludar a la gente que le esperaba fuera del perímetro de seguridad. Posteriormente ha partido para la vecina Viña del Mar para almorzar con las delegaciones internacionales.
A la toma de posesión han acudido los presidentes de Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina, República Dominica, Paraguay y Bolivia, así como el jefe del Estado español, Felipe de Borbón.
El Gobierno de Estados Unidos, centrado en la guerra de Ucrania, ha enviado a su encargada para las pequeñas y medianas empresas.
Tras el almuerzo iba a partir hacia Santiago, la capital del país, donde recorrerá subido al descapotable algunas calles céntricas hasta llegar a La Moneda para pronunciar su primer discurso oficial como presidente.