El peor Osasuna fuera de casa de la temporada ha naufragado en un Camp Nou en el que ha encajado tres goles en la primera media hora que han echado por tierra cualquier posibilidad de la escuadra navarra de ponerle en problemas a un Barcelona que necesitaba la victoria para seguir en puestos Champions.
Los de Arrasate, que ha diseñado un planteamiento muy valiente de inicio y luego ha tenido que corregir de manera drástica tras el descanso, han estado totalmente desconocidos en el apartado defensivo, siendo superados una y otra vez mediante desmarques de ruptura que le han hecho mucho daño.
Apenas un cuarto de hora ha durado inmaculado el cuadro navarro, que ha optado por defender en propio campo en lugar de hacerlo mediante presión alta. Sin embargo, un mayor arropamiento no ha traído consigo mejor seguridad. Interpretando una y otra vez desmarques de ruptura, los locales han desarbolado a la zaga rojilla, que se ha visto desbordada en el 13 con una colada de Gavi, arrollado por un Nacho Vidal superado en su parcela.
Lo peor es que, a partir del 1-0 con el penalti transformado por Ferrán Torres, todo el castillo de naipes se ha caído en cascada. Los de Arrasate, muy hundidos y sin coordinación en las ayudas defensivas, han seguido sin detectar los movimientos de su rival y han encajado por partida doble con pocos minutos de diferencia.
De nuevo Ferrán Torres, mediante una diagonal y asistencia precisa de Dembélé, ha anotado el 2-0 en el 21 y Aubameyang ha terminado de encarrilar el choque para los intereses culés con el tercero en el 27, al adelantarse a David García en otro envío del extremo francés. Un Osasuna desconocido en defensa ha naufragado en apenas media hora.
Cambio de dibujo
Para impedir un mayor sonrojo, el técnico de Berriatua ha decidido intervenir con un triple cambio al descanso y una variación en el dibujo táctico, con la que el equipo ha demostrado sentirse más cómodo.
Con tres centrales sobre el verde, Osasuna, aunque no ha frenado las acometidas del Barcelona, que ha seguido generando oportunidades, sí que al menos ha impedido que su rival le buscase la espalda e incluso ha dispuesto de mejor salida de balón y llegada al área blaugrana.
Entre eso y que los culés han empezado a mirar de reojo al duelo de vuelta del jueves frente al Galatasaray, la exigencia no ha resultado tan agobiante para los rojillos, lo que no ha impedido que su adversario ampliase la goleada en el luminoso con un cuarto gol, obra de Riqui Puig y de la pasividad que ha tenido la zaga navarra tras despejar Herrera el disparo del mismo jugador.
La verdadera liga para el conjunto navarro regresa este próximo sábado, con la visita a El Sadar del colista de la categoría, el Levante. Una victoria frente a un adversario que llega muy necesitado supondría certificar la salvación, aunque no matemática, sí de manera virtual.
Arrasate: «No ha sido nuestro día»
Arrasate ha reconocido que «no ha sido nuestro día, el rival nos ha superado. Han hecho un gran partido y han estado muy precisos en la circulación. Nosotros, además, hemos mostrado poca oposición. Se ha juntado todo».
En ese sentido, las intenciones del preparador vizcaino eran cerrar esa transición de la pelota culé, aunque el Barcelona «estiró mucho a sus volantes» y consiguió situaciones de uno contra uno ante los laterales, que hicieron «mucho daño», según ha confesado.
En todo caso, ha matizado que, tras el descanso, ha intentado corregir la disposición del equipo para «mantener la dignidad y el orgullo», de un conjunto que, si por algo ha destacado a lo largo de la presente campaña, ha sido por su rendimiento lejos de El Sadar.
Interpelado por el Barça que se encontró en la primera vuelta y al que se ha medido ahora, Arrasate ha indicado que «está desarrollando una idea y los automatismos han sido mejores. Arriba tiene más pegada que el equipo al que nos enfrentamos en El Sadar».