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Rusia ataca en el frente «occidental»

Los combates se ampliaron ayer con bombardeos rusos en el oeste de Ucrania, que alcanzaron una base militar en la que hubo instructores de ejércitos occidentales. Mientras, se mantienen contactos diplomáticos para organizar una nueva ronda entre las dos partes.

Militares ucranianos cruzan un río por un paso provisional cerca de Irpin.
Militares ucranianos cruzan un río por un paso provisional cerca de Irpin. (Aris MESSINIS | AFP)

El parte de guerra de la 18º jornada de la invasión rusa de Ucrania podría comenzar por el extremo oeste del país, cerca de la frontera con Polonia, donde los ataques de la aviación rusa contra una base militar se saldaron con 35 muertos y 134 heridos, según el balance difundido por las autoridades ucranianas al mediodía. «Rusia ha atacado el Centro Internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad. Instructores extranjeros trabajan allí», indicó el Ministerio de Defensa ucraniano.

La base de Yavoriv, a unos 40 kilómetros al noroeste de Lviv, ha servido en los últimos años como campo de entrenamiento para las fuerzas ucranianas bajo supervisión de instructores extranjeros, en particular estadounidenses y canadienses. Fue uno de los principales centros operativos en los ejercicios conjuntos entre Ucrania y la OTAN.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que fueron «eliminados 180 mercenarios extranjeros y un gran envío de armas del exterior». «En la mañana del 13 de marzo, armas de largo alcance de alta precisión atacaron los centros de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania en localidad de Starichi y en el campo de entrenamiento militar de Yaroviv», indicó su portavoz, el general Igor Konashenkov, en rueda de prensa.

A última hora de la tarde, la Embajada de EEUU en Kiev emitió un mensaje en el que dijo «deplorar» esta acción. «El ataque el Centro de Yavoriv, en el que EEUU, Polonia, Lituania, Reino Unido, Canadá y otros entrenaban a fuerzas ucranianas no derrotará a los heroicos soldados allí entrenados», indicó la Embajada a través de Twitter.

A unos cien kilómetros al sur de Lviv, el aeropuerto de Ivano-Frankivsk también fue «golpeado» durante la mañana.

Del cerco al asedio

Saltando en el mapa hacia el centro, las tropas rusas ampliaron el cerco de Kiev. Presentes en los suburbios de la ciudad, buscan eliminar las defensas al oeste y al norte para bloquearla.

El sábado destruyeron el cercano aeropuerto de Vassylkiv, según confirmaron las autoridades ucranianas. En esta zona se halla Irpin, ciudad de unos 60.000 habitantes, donde se registraron disparos de artillería y tiroteos, en uno de los cuales resultó muerto un periodista estadounidense (información en el texto anexo).

En el sur del país, al menos once personas murieron por los bombardeos sobre la ciudad portuaria de Mikolaiv, a unos 130 km por carretera al este de Odesa. Además de los impactos de obuses de la artillería rusa, la Policía denunció un ataque de un avión de combate que destruyó uno de los edificios de comercios del centro de esta ciudad, que tiene una población de unos 500.000 habitantes y está en pleno frente de combate, entre Crimea y la región separatista de Transnistria, en Moldavia.

La otra gran ciudad situada en las costas del mar Negro, Mariúpol, que sufre una grave crisis humanitaria según indican varias ONG, vivió una nueva jornada de asedio, si bien el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció a primera hora que pronto iba a recibir el primer cargamento de ayuda con víveres esenciales. «Hoy, la tarea clave es Mariúpol. Nuestro cargamento humanitario, nuestro convoy está a dos horas de Mariúpol. Solo quedan 80 km», dijo en en mensaje de vídeo.

La Alcaldía de esta ciudad ubicada en el Donbass manifestó que 2.100 habitantes han sido muertos desde el inicio de la ofensiva rusa. «En 24 horas, hemos vivido 22 bombardeos en una ciudad pacífica. Ya se han lanzado unas 100 bombas sobre Mariúpol», añadió Zelenski.

Protesta en zona ocupada

En la ciudad de Jersón, cerca de Mikolaiv, tuvo lugar una manifestación para protestar contra su ocupación por parte de las fuerzas rusas, según informó la prensa local. En las fotos difundidas online por el medio público regional Souspilné, se veía a cientos de personas manifestándose en la plaza de la Libertad, junto al cine “Ukraine”, enarbolando banderolas con los colores azul y amarillo.

En unos vídeos colgados en la web de “Ukraïnska Pravda” se observaba a la multitud gritando «¡Vete a casa!», «¡Vete a casa mientras todavía estás vivo!» o «¡Jersón es Ucrania!». Soldados y vehículos blindados rusos estaban alrededor de la manifestación, sin intervenir.

Por otro lado, el gobernador de la región de Zaporiyia (sur) denunció que el alcalde de Dniprorudne, Evguen Matveiev, fue secuestrado ayer por soldados rusos, dos días después de que hicieran lo mismo con el de Melitopol, Ivan Fedorov.

La nueva alcaldesa de Melitopol, Galina Danilchenko, pidió a sus conciudadanos que no se resistan a la ocupación en un mensaje de televisión. La administración regional de Zaporiyia indicó que Danilchenko, concejala de la oposición, ha sido nombrada «por los ocupantes».

Otra ronda negociadora

Fuera del terreno de combate, las negociaciones entre rusos y ucranianos para buscar el fin de las hostilidades continuarán hoy en formato de videoconferencia, según confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los periodistas en una comparecencia en Moscú. Las dos partes han dejado caer en los últimos días que ha mejorado algo el clima de las negociaciones.

«Comparando las posiciones de la parte rusa y ucraniana al comienzo de las negociaciones y hoy, podemos hablar de un progreso significativo», aseguró ayer el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma (Cámara Baja) y miembro de la delegación rusa a las negociaciones, Leonid Slutski.

El propio presidente de Ucrania opinó el sábado que «hay algunos signos positivos» por parte de Rusia. «Ahora la parte rusa ha comenzado a hablar de cosas y no solo lanzar ultimatums», subrayó Zelenski.