La XXV Marcha contra el Racismo y la Xenofobia tendrá lugar el 20 de marzo entre Trintxerpe y Donostia, bajo el lema «Pasa». Según han indicado desde la organización, «con esta marcha se quiere denunciar la situación de indefensión en la que se encuentran las personas migrantes que no cuentan con papeles y que se juegan la vida tratando de cruzar las fronteras, al tiempo de concienciar sobre la necesidad de que la ciudadanía se movilice para darle la vuelta a esta situación».

Las fronteras –han explicado– cada vez son más, en tanto que ya no solo se han levantado fronteras en el Mediterráneo para cortar el paso a África o en las fronteras de la UE en el Este, sino que «en los últimos años a las fronteras exteriores de la Unión Europea se les han unido otras fronteras y otras rutas. Son fronteras interiores de la Unión, entre estados de la propia Unión, como la de Irun-Hendaia, el Canal de la Mancha entre Francia y Gran Bretaña, y la ruta del Atlántico entre África del oeste y Canarias. En cada una de ellas va paulatinamente aumentando el número de personas muertas y desaparecidas».

En menos de un año, en la frontera que divide a Euskal Herria en dos estados se han ahogado tres personas y todavía se busca a un cuarto posible ahogado tras recibirse una alerta el fin de semana. Además, un migrante se acabó ahorcando a orillas del Bidasoa y otros tres fallecieron arrollados por un tren en Ziburu.

Asimismo, tildan de hipócrita a la UE en tanto que su política de migración y asilo «no es digna de tal nombre» y no ha sido capaz de mantener una estrategia conjunta. Además, existen numerosas contradicciones entre los estados sobre cómo actuar.

«Los que son frontera exterior quieren mayor control en esas fronteras. Y los que no, quieren mayor control de los llamados movimientos secundarios, los movimientos entre diferentes países, lo que aquí solemos llamar migración en tránsito. El resultado práctico es de paralización y eternización de las negociaciones, sin que se tomen decisiones para organizar de forma más adecuada los movimientos migratorios», denuncian los convocantes. 

Siempre mueren los mismos

Los organizadores de la marcha denuncian que siempre mueren los mismos: «Las muertes se concentran en un tipo de inmigración, la que proviene de los países que tienen obligación de disponer de un visado de entrada para acceder al espacio Schengen, principalmente la inmigración procedente de África y de una parte de Asia».

No solo son las muertes, también hay que tener en cuenta las condiciones en que quedan quienes no cruzan y todo lo que sufren por el camino. «Sigue quedando demasiada gente fuera, tocando nuestras puertas, después de hacer viajes muy peligrosos, en los que, en muchos casos, su propia vida está en peligro. Y todo apunta a que esa cantidad de personas que se queda a las puertas, o que intenta dar el último salto, va a aumentar», han denunciado.