Los equipos de Cruz Roja han reanudado a las 8.00 horas de este miércoles el operativo de búsqueda del migrante desaparecido el pasado sábado cuando trataba de cruzar el Bidasoa en la zona de Irun, ha informado el Departamento de Seguridad de Lakua.
El rastreo se centra en la desembocadura del río y en el área de Txingudi, y se desarrolla ya por quinto día consecutivo después de que el sábado testigos vieran a tres personas intentando cruzar el río y cómo una de ellas estaba en graves apuros y aparentemente no llegaba a la orilla.
El director de Migraciones y Asilo del Gobierno de Lakua, Xabier Lejarreta, ha remarcado en declaraciones a Onda Vasca las dificultades para encontrar el cuerpo del migrante ya que el agua «está muy fría y la corriente del río el pasado sábado era muy fuerte».
En este caso se desconoce totalmente si el migrante se ahogó o bien llegó a tocar tierra y pudo seguir su huida hacia el norte. Pero sí parece determinada su identidad, por la documentación que dejó en la orilla: se llama Ibrahim Diallo, tiene 24 años y procede de Senegal.
Enterrado en Valencia
Esta identificación ha resultado imposible, al menos judicialmente, en el caso del último migrante ahogado en la muga que divide Euskal Herria. ‘El Diario Vasco’ informa hoy de que el lunes –mientras se realizaba la búsqueda entre Irun y Hendaia- fue sepultado en Valencia el cuerpo del migrante hallado muerto el 20 de noviembre pasado en la misma zona.
Aunque extraoficialmente ha sido identificado como Sohaibo Billa, costamarfileño de 38 años, el Juzgado de Irun no lo certificó ante la imposibilidad de cotejar sus huellas dactilares con las de su familia. Así, ha terminado siendo sepultando en una tumba anónima, en el cementerio musulmán de Valencia.
Si se confirmara el fallecimiento de Ibrahim Diallo serían ocho los migrantes fallecidos en la frontera o cercanías en el último año: cuatro de ellos ahogados, tres arrollados por el tren al circular por la vía para esquivar los controles policiales y el octavo suicidado.