Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Las oportunidades de las soberanías dentro del constitucionalismo líquido de la UE

Un marco de claridad sobre la autodeterminación. Es lo que los europarlamentarios que han participado hoy en Donostia en una mesa redonda reclaman a la Unión Europea. Aunque «limitada», ven en la CoFoE «una oportunidad» para cambiar un marco en el que hasta ahora «se impone la realpolitik».

Pernando Barrena e Izaskun Bilbao han sido dos de los europarlamentarios participantes.
Pernando Barrena e Izaskun Bilbao han sido dos de los europarlamentarios participantes. (Maialen ANDRES | FOKU)

Si en el panel que ha abierto la jornada de este lunes en Donostia los juristas han reclamado un marco europeo que ofrezca una vía de solución a estos conflictos de soberanía, la ponencia de cierre ha estado protagonizada por un grupo de eurodiputados que han valorado las iniciativas que se pueden poner en marcha a nivel institucional para arrojar algo de luz sobre un problema enquistado.

François Alfonsi (Fermu a Corsica), Izaskun Bilbao (PNV), Pernando Barrena (EH Bildu) y Toni Comín (Junts) han participado en esta mesa redonda –además de las intervenciones por vídeos grabados de María Eugenia Rodríguez Palop (Podemos), Jordi Solé (ERC) y Chris MacManus (Sinn Féin)– y han analizado la dimensión instrumental del documento trabajado por Eusko Ikaskuntza y el Institut d’Estudis Catalans que llevarán a la CoFoE. Una conferencia que entienden «esencial» para abordar nuevas formas de enfrentar estos conflictos de soberanía.

Sin embargo, ha sido Neus Torbisco, del Graduate Institute Geneva, quien ha abierto la mesa redonda para evaluar qué iniciativas pueden plantearse y las posibilidades que ofrece este ecosistema. «Escéptica» ante las posibilidades de cambiar el rumbo, ha señalado que «las respuestas institucionales concretas seguirán atadas a los paradigmas dominantes sobre la identidad política de la UE». Por ello, entiende que es «difícil» abordar de manera optimista el cómo sin antes resolver el porqué.

«¿Por qué esto es responsabilidad de la UE? En Catalunya hemos visto una condena a las posibles violaciones de derechos individuales por la violencia policial, pero un silencio muy explícito sobre la posibilidad de intervenir de la UE com árbitro o estableciendo unos parámetros sobre los derechos de soberanía», ha recordado. Por ello, ha situado el foco en «transformar esta voluntad política para encender una transformación institucional».

La ventana que abre la CoFoE

Quien más quien menos, todos han coincidido en la oportunidad que abre la CoFoE. Barrena, que ve esta oportunidad «limitada», ha destacado que «ha servido para que varios eurodiputados nos organicemos para influir». Ha reconocido que todavía no se sabe qué se va a hacer con las consecuencias que salgan de esa conferencia –es decir, si serán de obligado cumplimiento o no–, pero ve «un gran reto» en trasladar la discusión sobre la autodeterminación. «Se ha unido el derecho de autodeterminación con conflictos y guerras. Hemos intentado trasladar que la autodeterminación es una herramienta para la paz y facilita la creación de nuevos estados que serán anclajes solidos del proyecto europeo».

Por ello, Comín ha destacado la necesidad de «una directiva clara» de la UE. El europarlamentario de Junts, que ha recordado que ellos parten de que Catalunya ya ha declarado la independencia puesto que da «legitimidad absoluta» al referéndum del 1 de octubre de 2017, ha apuntado que esa directiva será «el caballo de batalla principal». Y para ello ha apostado por importar el ejemplo canadiense con Quebec. «A la CoFoE hay que ir a hacer un cambio de marco mental, cree. 

En la misma línea, Bilbao observa en la conferencia «una oportunidad para romper ese bloqueo de los estados sobre esta cuestión. «Si hay voluntad se pueden hacer cosas. Si no, hay un bloque constante», ha insistido, al tiempo que ha defendido que «tenemos que trasladar a los estados que esto va más allá del derecho de cada uno».

Torbisco, quizá, ha dado respuesta a estas preguntas. «Prima la realpolitik, no se evalúan desde la perspectiva de legitimidad, sino desde un análisis reactivo, donde lo único que hacen es reaccionar ante conflictos ya evidentes».