Marcel Pena

Género y cuidados: «La pandemia ha revelado las fisuras de un sistema de atención insuficiente»

Una investigación del proyecto Cumade ha evidenciado el gran impacto que ha tenido la pandemia en las personas dedicadas a los cuidados, una ocupación desarrollada principalmente por mujeres. La investigadora Dolors Comas d'Argemir ha señalado también las graves carencias del sistema de cuidados.

Dolors Comas d'Argemir, investigadora principal del proyecto Cumade.
Dolors Comas d'Argemir, investigadora principal del proyecto Cumade. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

El informe Cumade ha analizado la fragilidad del sistema de cuidados durante la pandemia, que en su mayor parte ha recaído en mujeres. Para ello, han recogido los testimonios de más de 300 personas encargadas de diferentes tipos de cuidados entre junio de 2020 y junio de 2021, con el objetivo de democratizar el cuidado social.

Este estudio se ha realizado a nivel estatal y ha contado con la participación de diez universidades distintas. En total, 50 investigadores han colaborado en su elaboración a través de las entrevistas hechas a personas que han ejercido el cuidado durante la etapa más crítica de la pandemia.

La catedrática de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona e investigadora principal del proyecto Cumade (Cuidado de Mayores y Dependientes), Dolors Comas d'Argemir, ha presentado las principales conclusiones del informe dentro de la jornada ‘El cuidado importa. Impacto de género en las cuidadoras/es de mayores y dependientes en tiempos de la Covid-19’, organizada este viernes por la UPV en Bizkaia Aretoa de Bilbo.

Comas d'Argemir ha comenzado su intervención explicando que «la pandemia no ha creado, ha revelado todas las fisuras de un sistema de atención insuficiente». Así, ha destacado que uno de los principales aprendizajes de la pandemia es que ha sacado a relucir «cosas que ya existían pero que seguramente no queríamos ver».

En el inicio de la pandemia, ha recordado, cuando todo el mundo estaba parado, los trabajadores esenciales permitieron «que los demás pudiéramos seguir». Las mujeres, en su calidad de cuidadoras, «estuvieron en primera línea», ha señalado Comas d'Argemir. Fue en este momento cuando se inició la idea de la investigación que se ha presentado este viernes, ya que la que hemos vivido a posteriori era una situación «que se veía venir».

En este sentido, la catedrática ha mencionado la «doble relegación» que sufre el cuidado a personas mayores y dependientes. Por un lado, la relativa al cuidado, «una actividad que hacen las mujeres, que se ha naturalizado y que se ha proyectado en las profesiones» de este ámbito. Y por otro, el hecho de que se trate de un cuidado, precisamente, dedicado a personas mayores y dependientes.

«Aquí actúan el edadismo y el capacitismo. Estamos en una sociedad que valora a las personas en su potencial productivo», frente a «aquellas que están en el trayecto de final de vida o que no aportan en esa dimensión», ha criticado Comas d'Argemir. Unos comportamientos discriminatorios que, a diferencia del sexismo o el racismo, «pasan mucho más desapercibidos», según la investigadora.

Cultura familiar del cuidado

El objeto de estudio está delimitado a las personas cuidadoras, abordando a su vez todo el sistema de atención a la dependencia, y tiene como objetivo «salir de esta crisis con perspectiva de género». Para ello, se realizaron 343 entrevistas repartidas entre los distintos grupos de investigación, entre junio de 2020 y el mismo mes de 2021.

Una de las conclusiones remarca la precariedad de los empleos de cuidado, «feminizados y mal pagados», con gran protagonismo de la economía sumergida, y que ha impactado principalmente en mujeres migradas ocupadas en el empleo doméstico o la asistencia a domicilio.

Por otro lado, en lo referido al cuidado dentro de las familias en el Estado español, la mayor parte de quienes dedican pleno tiempo a sus familiares son mujeres de más de 50 años. «Estas mujeres cuidadoras lo que nos han dicho es que habían sido socializadas por sus madres para cuidar. En ese sentido, habían visto cómo sus madres cuidaban a sus abuelos y a sus cónyuges. Ese aprendizaje conforma la cultura familiar del cuidado, un poso en la base de los cuidados», ha apuntado.

Dar voz a los testimonios

Previamente, en la presentación de la jornada, la profesora de la UPV Matxalen Legarreta ha explicado que, además de presentar los resultados del informe, también han querido «dar voz y presencia a las personas que participaron en la investigación aportando sus testimonios». Por ello, a lo largo de la mañana de este viernes han tenido lugar las mesas redondas sobre el ‘Impacto de la covid-19 en las residencias de la CAE’ y ‘Modelos emergentes de cuidado’.