Las jornadas se cuentan ya en sentido descendente. Y la Real disputa mañana la «-5», el primero de los cinco últimos partidos que le separan de un final de temporada que espera histórico. Que lo será, si no se produce una sorpresa mayúscula, porque las donostiarras lo tienen todo a su favor para conseguir la clasificación a Champions por primera vez en su historia.

De hecho, el encuentro que les enfrentará este sábado al Madrid CFF en Zubieta (12.30, RSTV) puede resultar prácticamente definitivo. No es fácil, viendo los compromisos de sus rivales, pero una victoria podría darles hasta diez puntos de ventaja respecto al cuarto puesto –incluso doce, aunque para eso habría que esperar a que el Real Madrid ganase el domingo en Huelva y también el partido aplazado que tiene que recuperar todavía–, con ya sólo doce por disputar.

Pero no quieren echar mano de la calculadora porque la única fórmula que contemplan es el «menos cinco más tres». O, lo que es lo mismo, seguir por el mismo camino que les ha consolidado en la segunda plaza, centrándose en ganar cada fin de semana sus tres puntos. «Es inevitable hacer cuentas a estas alturas pero no vamos a empezar a especular ahora, no sabríamos. Lo único que podemos controlar es intentar ganar lo nuestro» y que la presión sea para los perseguidores.

Algo que la Real parece hacer con facilidad aunque los rivales no le pongan la alfombra. Tampoco lo hará mañana un Madrid «irregular» pero peligroso, «muy competitivo» y con grandes «individualidades», que llegará a Zubieta con ganas de dejar sellada la permanencia, que tiene muy encarrilada.

Se enfrentará a una Real que sigue con Adriana, Emma e Iris Arnáiz fuera de combate, por lo que volverá a recurrir al filial para completar la convocatoria.