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Afganistán prohíbe el cultivo del opio y otras substancias narcóticas

El Ministerio de Interior del Gobierno talibán ha ordenado este domingo la prohibición del cultivo en Afganistán de la adormidera, de donde se extraen el opio y la heroína, y ha advertido que las autoridades destruirían todas las plantaciones que se descubran y castigarán a los responsables.

Cultivo de opio en Afganistán. (AFP)
Cultivo de opio en Afganistán. (AFP)

El ministro de Interior del Gobierno talibán, Sirajuddin Haqqani, ha anunciado este domingo la publicación de un decreto que prohíbe el cultivo de amapola y otras substancias narcóticas en Afganistán, y ha advertido que las autoridades destruirían todas las plantaciones que se descubran y castigarán a los responsables.

En el decreto, emitido por el líder de los talibanes, el mulá Haibutullah Akhundzada, se informa a todos los afganos que se prohíbe el cultivo de la adormidera –de donde se extraen el opio y la heroína– a partir de este domingo.

«Se informa a todos los afganos que, a partir de ahora, el cultivo de amapola está estrictamente prohibido en todo el país. Si alguien viola el decreto, la cosecha será destruida inmediatamente y el infractor será tratado de acuerdo con la ley Sharia», ha indicado el portavoz adjunto del Gobierno talibán, Bilal Karimi, en una declaración a los medios.

El escrito también ilegaliza el tráfico de todo tipo de estupefacientes, como el alcohol, la heroína, o el hachís, y las fábricas de producción de drogas. «El uso, el transporte, el comercio, la exportación y la importación de todo tipo de narcóticos como el alcohol, la heroína, el hachís, etc., incluidas las fábricas de fabricación de drogas en Afganistán, están estrictamente prohibidos», señala el decreto.

Entre 80% y 90% de la heroína y del opio en el mundo procede de Afganistán, según la ONU. La superficie dedicada a este cultivo batió un récord en 2017 con 250.000 hectáreas, cuatro veces más que en los años 1990.

Los agricultores afganos fueron informados por el gobierno talibán de esta nueva medida antes de hacerse pública. «Los talibanes no prohibieron el cultivo de amapola y se ha cultivado ampliamente en el país, y también recaudaron sus impuestos, pero recientemente dijeron que no se cultivaran amapolas», dijo a Efe Najibullah, un agricultor de la provincia de Nimrooz, en el suroeste del país.

Promesa de los talibanes

Los talibanes asumieron el poder del país el pasado 15 de agosto con la promesa de que pondrían fin al cultivo de opio en Afganistán. Pero con el empeoramiento de la crisis, los talibanes pospusieron su promesa para buscar soluciones alternativas a los trabajadores cuyos ingresos dependen del cultivo de opio, principalmente en áreas del sur y suroeste de Afganistán.

Hasta el momento, los fundamentalistas no han ofrecido una alternativa para este sector de la población afgana.

La severa crisis humanitaria y económica de Afganistán, agravada con la llegada al poder de los talibanes, y sumada a las décadas de conflicto armado y la severa sequía, empujó a miles de de afganos sin empleo a drogadicción.

La falta de apoyo internacional y la retirada de muchas de las asociaciones humanitarias, provocó además el cierre de la mayoría de los centros de rehabilitación de drogadictos, lo que dificulta aún más las pretensiones de los talibanes de erradicar el consumo.