Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

«Arthur Rambo»

El octavo largometraje de Laurent Cantet responde a las señas de identidad de este autor de cine social, siempre preocupado por la evolución actual de problemáticas relacionadas con el trabajo, la educación, la inmigración y las diferencias de clase, temas todos ellos presentes en ‘Arthur Rambo’ (2021), película que, como el resto de su filmografía, va a ser distribuida por Golem, después de su muy valorada presentación en los festivales de Toronto y Donostia. Quienes admiren ‘Recursos humanos’ (1999), ‘El empleo del tiempo’ (2001), ‘Hacia el sur’ (2005), ‘La clase’ (2008) o ‘El taller de escritura’ (2017), no se van a sentir defraudados por su nuevo trabajo, que desde ya forma parte de ese grupo selecto de títulos influyentes y reflexivos.

Una característica común a todos ellos es su objetividad, tan difícil de mantener en estos tiempos de partidismo y manipulación. En sus películas Cantet siempre deja un espacio abierto a la reflexión para que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones. En ‘Arthur Rambo’ (2021) toca muchas cuestiones habituales de las polémicas mediáticas, tratándolas de una forma realista pero sin caer en el posicionamiento interesado o el maniqueísmo. En ningún momento juzga a las nuevas generaciones y su utilización de las tecnologías, se limita a ilustrar los pros y los contras del mundo interconectado en el que les ha tocado moverse.

La película se basa en el caso real de Mehdi Meklat, un escritor, bloguero, columnista y cronista radiofónico de origen magrebí que en el año 2017 copó los noticieros cuando salieron a la luz una serie de tuits colgados años antes, que él veía como parte de su alocada adolescencia, pero que, aún así, le dejó señalado ante la opinión pública y con muy poco margen de maniobra para la rectificación y para la reparación de su imagen seriamente perjudicada.

El personaje ficcional se llama Karim D y es un escritor novel de éxito perseguido por su pasado reciente en las redes sociales, papel que interpreta el rapero de ascendencia argelina Rabah Nait Oufella, que ya había sido dirigido por Cantet cuando todavía era menor de edad, aunque como actor fue descubierto para el cine por la realizadora Julia Ducournau, que antes de triunfar con ‘Titane’ (2021) le había incluido en el reparto de ‘Crudo’ (2016).

La apuesta narrativa de Cantet hace que toda la acción se concentre en un arco temporal de 48 horas, con lo que el ritmo del relato es frenético y axfisiante, con tal de transmitir la sensación de agobio que siente el protagonista, al que de la noche a la mañana le cambia la vida, y de ser un novelista amado pasa a ser un proscrito.

Karim D es el autor de moda gracias a su libro ‘Débarquement’, donde cuenta la odisea vivida por su madre inmigrante. Sale en todas las portadas y en todas las entrevistas televisivas, siendo acogido por la modernidad intelectual como un cronista de la multiculturalidad. De repente, la situación da un vuelco, cuando salen a la luz sus mensajes adolescentes de Twitter, llenos de racismo, homofobia, misoginia y ataques contra el físico, las ideas y creencias ajenas.

De nada sirve que el afectado se defienda alegando que eran bromas juveniles, lanzadas con el único fin de obtener seguidores, a sabiendas de que el odio vende. Es más bien visto como un síndrome de doble personalidad, y la gente se siente engañada.

Todo el proceso de ascenso y caída se mueve en la fina línea entre la marginalidad y la aceptación social. Karim D acababa de empezar a saborear el lujo de la vida burguesa al ser invitado a fiestas y eventos como una celebridad más, pero basta un tropiezo para ser expulsado del paraíso y ser devuelto a la dura realidad de ‘la banlieue’, la periferia en la que siguen viviendo su familia y amistades. Haber salido de allí ha supuesto tener que pagar un peaje, un precio muy alto, para quedarse al final expuesto y en tierra de nadie. En salas a partir del viernes 22 de abril.