El 6,2% de la población de Nafarroa y el 5% de la población de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba tiene carencias materiales severas, lo que se traduce en que sufre dificultades para cubrir sus necesidades básicas, como comer, vestirse o pagar el alquiler.

De estas personas, solo el 3,73% recibió en Nafarroa el año pasado ayudas de emergencia social, un porcentaje que se eleva hasta el 57,2% en el caso de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Son datos recogidos en un informe publicado por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, basado en datos del Ministerio español de Derechos Sociales.

En la CAV la prestación media que recibieron las personas por carencias materiales severas fue de 416 euros, mientras que en Nafarroa la cifra ofrecida es de 36,9 euros.

No solo las personas en esta situación más extrema reciben ayudas de emergencia social, ya que estas se pueden percibir sin que la necesidad sea tan acuciante. En concreto en la CAV recibe estas prestaciones el 2,9 % de la población, con una media de 729 euros, mientras que en Nafarroa es el 0,23%, con 991 euros por persona.

En el documento se explica que «el Ingreso Mínimo Vital (IMI) y las ayudas de emergencia social que ofrecen las entidades locales, fundamentalmente ayuntamientos, son los recursos que tienen estas familias para cubrir estas necesidades tan básicas», y denuncia un «entramado burocrático, innecesario y cruel, que dificulta a cientos de miles de familias» el acceso a estas ayudas.

«Hay ayuntamientos que pueden tardar hasta dos meses en dar una ayuda de urgencia social y las trabas a la hora de justificarlas ante la intervención son dificultosas y humillantes», subraya el presidente de esta Asociación, José Manuel Ramírez.

Por ello, pide al Gobierno español que adopte «medidas efectivas para que puedan recibir las ayudas necesarias con la inmediatez que su situación requiere».