Dos personas han sido declaradas muertas y cuatro de los al menos diez heridos están graves, después de que un atacante llevara a cabo un grave tiroteo en distintos puntos del centro de Tel Aviv, entre ellos un bar, lo que ha sembrado el caos y el pánico en la urbe costera.

Imágenes difundidas por medios y redes sociales mostraron gente corriendo por las calles y la Policía intentando atrapar al agresor. Este el cuarto ataque en Israel en poco más de dos semanas y escala aún más el repunte de tensión generado tras tres ataques que se saldaron con once muertos en pocos días, dos de ellos reivindicados por el Estado Islámico.

Cientos de agentes y otras fuerzas de seguridad como el propio Ejército están realizando búsquedas exhaustivas por la ciudad tras el ataque, según ha comunicado la Policía en un comunicado en el que ha apelado a la población a mantener la calma y «a evitar la difusión de mensajes e información con fundamento que puedan generar más pánico».

Tras especulaciones de que podía haber más de un atacante, la prensa ha informado que el tiroteo habría sido cometido por una sola persona armada, de la cual aún no se conoce la identidad. La Policía israelí ha anunciado que ha abatido a primera hora de este viernes a un hombre palestino, presunto responsable del ataque.

Según medios, el atacante de ayer no tenía permiso para entrar a territorio israelí y lo habría hecho de forma irregular. A su vez, no consta que estuviera afiliado a ningún grupo armado o facción política palestina, no tenía antecedentes de seguridad ni había sido arrestado en el pasado, según una fuente del Servicio de Seguridad Interior de Israel (Shin Bet) citada por prensa.

Tras el incidente, las sirenas de las ambulancias y los servicios de emergencia han marcado el ambiente en el centro de Tel Aviv, mientras los transeúntes buscaban refugio y los heridos eran evacuados al hospital, donde algunos fueron sometidos a operaciones de urgencia.

«Lucharemos contra el terrorismo juntos, atacaremos a estos despreciables terroristas donde sea que se escondan, encontraremos a quienes los envían y a quienes los ayudan, y no descansaremos hasta que vuelva la tranquilidad a las calles», ha declarado el ministro de Defensa israelí, Beny Gantz, tras haberse abatido al atacante.

Tras los anteriores ataques, Israel anunció un aumento del despliegue militar y policial y aún mayores restricciones de derechos, como la «detención administratiiva» que permite encarcelar durante meses a palestinos sin juicio ni cargos, bajo acusaciones secretas. Esta medida se amplió a los ciudadanos árabes de Israel.