La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha visitado este viernes Gasteiz para presentar el modelo económico de su Gobierno, «fiel cancerbero de un modelo de impuestos bajos».

«Hemos eliminado todos los impuestos propios, hemos ampliado las bonificaciones a sucesiones y donaciones también entre tíos, sobrinos y hermanos, y reducido medio punto el impuesto sobre la renta en todos los tramos para que Madrid sea la región mas competitiva de España y una de las mas competitivas de Europa», ha apuntado durante su intervención en un foro organizado por el PP de la CAV.

Su presidente, Carlos Iturgaiz, ha presentado a Madrid como «la tierra de las oportunidades» ante los asistentes al acto, en el que había algunos empresarios y muchos afiliados y cargos del partido, deseosos de escuchar las palabras de una dirigente que presume de permitir la apertura de comercios en días festivos y la eliminación de trámites administrativos.

No en vano, a su juicio, la Administración toma decisiones que «van más allá de sus competencias y, en algunos casos, nos convertimos en poderes autoritarios destrozándolo todo». Y esto lo ha traslado a diferentes ámbitos, desde el educativo, defendiendo la libertad de centro, hasta el laboral, apostando por la «flexibilidad». «Porque perder un trabajo es una desgracia, pero cerrar una empresa es una tragedia», ha apuntado.

Una receta neoliberal que supone alto coste para los servicios públicos, ya que, como ella misma ha aseverado «en la Comunidad de Madrid se pagan menos impuestos que en el País Vasco porque hemos recortado el gasto público». Así, ha defendido la «austeridad y gasto público eficiente». 

Dumping fiscal

Además, la eliminación de impuestos y la bonificación de hasta el cien por cien en otros tributos, como es el caso del Impuesto de Patrimonio, provoca la deslocalización de empresas y capitales. La propia Díaz Ayuso ha apuntado ante los empresarios vascos que Madrid es «el principal receptor» de compañías procedentes de otras comunidades, algo que ha suscitado las críticas de dirigentes autonómicos, que alertan de un paraíso fiscal en el centro de la península.

«Hemos oído en numerosas ocasiones cómo miembros de otros lugares, también del País Vasco, han afirmado que Madrid hace dumping fiscal, algo que no solo en falso si no que además es hipócrita, porque Madrid opera bajo el marco fiscal que le permite el régimen de financiación actual, y no tenemos competencias por ejemplo sobre el Impuesto de Sociedades», ha señalado, recordando que el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 25% en el Estado y del 24% en la CAV.

Ha dejado claro que bajaría este porcentaje y ha acusado al Gobierno español de «obligarnos a subir impuestos, algo que no vamos a hacer». No lo va hacer pese a que la deuda pública en Madrid en 2021 era de 34.409 millones de euros, más del doble que en 2011. Su vía pasa por gastar menos en servicios que protegen a quienes menos tienen.